estudio/ La historia clínica informatizada demuestra validez en diabetes mellitus y HTA

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JOSÉ gARCÍA Madrid | viernes, 02 de marzo de 2012 h |

La historia clínica informatizada (HCI) ha demostrado ser un instrumento muy válido no sólo para fines asistenciales sino también para realizar estudios epidemiológicos, al menos en hipertensión arterial y diabetes mellitus. Así concluye un estudio, realizado por un grupo de investigadores de la Gerencia de Atención Primaria y epidemiólogos del Hospital Carlos III de Madrid, que trataba de averiguar si la información que contenían las historias clínicas era de calidad suficiente para ser empleada como base en estudios epidemiológicos. El trabajo, publicado en la revista de impacto BMC Medical Research methodology, demostró la validez de los diagnósticos de diabetes mellitus e hipertensión arterial recogidos en las historias clínicas para estudios clínicos.

En el caso del diagnóstico de diabetes mellitus cumple en el 95,5 por ciento de los casos con los criterios rigurosos de calidad, y el de hipertensión arterial en el 98,1 por ciento. Además, el 99,5 por ciento de los pacientes con nivel de glucemia correspondiente a diabetes tenían registrado el correspondiente cuadro médico en la historia clínica, al igual que el 85,2 por ciento de los que presentaban valores de presión arterial por encima de las cifras normales. “Ahora intentamos hacer extensible el método de trabajo a otras patologías como infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y depresión”, ha explicado a GACETA MÉDICA Carmen de Burgos, responsable de Epidemiología Clínica del Hospital Carlos III, que ha liderado el estudio. De Burgos asegura que “en atención primaria no solo se diagnostica muy bien sino que se registran los datos de manera óptima”.

La investigadora asegura que la información que hay en atención primaria es mucho más representativa que la de los hospitales, lo que permite “tener datos de grados de enfermedad, e ir a un mayor volumen de ellos así como rentabilizarlos”. En su opinión, este trabajo abre la puerta a “poder realizar estudios a través de un mejor conocimiento de la evolución real de las enfermedades con menos coste económico y de tiempo”.

En esta investigación también han participado profesionales de la Gerencia Adjunta de Planificación y Calidad de Atención Primaria. En este sentido, Juan Carlos Abánades, director técnico de Docencia e Investigación de esta gerencia, coincide con de Burgos en que la historia clínica informatiza es un instrumento muy válido, al menos para los diagnósticos de diabetes mellitus e hipertensión, para realizar estudios epidemiológicos y, sobre todo, abaratarlos de forma extraordinaria.

Abánades pone el acento en que las conclusiones del estudio evidencian que los médicos de familia trabajan muy bien tanto en la calidad de su diagnóstico como en el registro de datos. Este especialista en medicina familiar y comunitaria también destaca la buena colaboración entre profesionales de primaria y especializada. Según sus palabras, los resultados de la investigación facilitan poder realizar estudios con pacientes de amplio espectro y que representan de una forma más fidedigna a los diabéticos, “no sólo son submuestras que aparecerían en una visión más hospitalaria”, matiza.

Tanto de Castro como Abánades indican que la herramienta también ha demostrado peores diagnósticos de diabetes en aquellos pacientes que a su vez tienen hipertensión. La hipótesis que barajan ambos expertos es que ese peor diagnóstico viene motivado por el cambio frecuente en las guías de práctica clínica, por lo que los médicos no saben muy bien con qué criterio diagnóstico quedarse.