| viernes, 12 de febrero de 2010 h |

Rafael García Gutiérrez

El director general de Anefp tiene muy claro que no hay nada gratis. El presupuesto es limitado, y todo lo que suponga destinar dinero a unas prestaciones significa detraerlo de otra partida. Anefp ha realizado una propuesta que consiste en facilitar la salida de la financiación pública a 250 presentaciones mediante la autorización de las marcas de gama en distinto estatus. Eso permitiría unos ahorros que se podrían destinar a ayudar a la sostenibilidad del sistema o, por ejemplo, a mejorar la atención bucodental o psiquiátrica. Y es que lo que puede parecer gratis, en realidad puede salir muy caro.