Pilar Farjas
Evaluar el impacto de las tecnologías sanitarias no pasa solo por contabilizar su coste, sino también el ahorro que generan. El Ministerio de Sanidad ha reiterado en varias ocasiones que esta es su visión y que está comprometido con la incorporación de nuevas tecnologías. Lo que el sector necesita ahora, a la vista de la situación en la que se encuentran las paupérrimas arcas de las comunidades autónomas, son las propuestas concretas con las que trasladar a la práctica esta, por el momento, declaración de intenciones.