Esperanza Aguirre
Si hay algo que todo el mundo tiene claro, incluso los dirigentes políticos, tanto autonómicos como estatales, es que el farmacéutico juega un papel clave en la sociedad para garantizar el bienestar de los ciudadanos como para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Sin el farmacéutico sería imposible gozar de las prestaciones de las que disfrutamos los ciudadanos españoles. Y es de agradecer que así lo pongan de manifiesto nuestros gobernantes. Eso sí, ahora, la farmacia necesita un guiño y no una tijera.