El Premio Avenzoar a la Mejor Labor Profesional ha recaído este año en la farmacéutica sevillana Concha Ruiz-Tagle, profesional que ha dedicado buena parte de su ejercicio al ámbito de la Atención Farmacéutica (AF).
Pregunta. ¿Qué significa para usted este premio?
Respuesta. Cuando me lo comunicaron me emocioné. Para mÍ, la Fundación Avenzoar es muy querida, y viniendo de ella el reconocimiento de mi trabajo como farmacéutica todavía lo valoro más. Fue una satisfacción enorme y mucha ilusión, pues de algún modo te dicen que no lo has hecho del todo mal.
P. Usted es pionera en apostar por la Atención Farmacéutica en su farmacia. Desde su experiencia, ¿cuál cree que es el estado de esta práctica en España?
R. En 1997 un grupo de farmacéuticos apostamos por la Atención Farmacéutica, formamos un grupo llamado Torcal, que fue el inicio y pionero en actividades organizadas. El estado actual es aceptable, pero le queda aún mucho camino por recorrer, ya que lo primero que tienen que reconocernos las autoridades sanitarias es el valor profesional del farmacéutico desde su botica.
P. ¿De qué servicio pueden beneficiarse los pacientes que acuden a su farmacia?
R. Los servicios que presta cualquier farmacia son muy variados, todos ellos relacionados con la salud. El binomio de farmacia-enfermedad deberíamos sustituirlo por otro más positivo, como farmacia-salud. Un centro sanitario que ayuda al paciente a mantenerse sano.
P. ¿Cómo aceptan los pacientes estos nuevos servicios asistenciales?
R. Los pacientes lo han aceptado por lo general muy bien, especialmente los que pertenecen a zonas con un nivel social más deprimido y más necesitados de información. Por supuesto, si hay un seguimiento que mejora la salud del paciente esto contribuye a la fidelización por parte de él.
P. A la hora de apostar por la AF, ¿se necesitan muchos recursos económicos o es, básicamente, una cuestión casi exclusivamente de formación al respecto?
R. Se necesitan los recursos económicos suficientes que permitan al farmacéutico desarrollar esta labor asistencial, del mismo modo hacen falta recursos humanos que lo permitan.
P. ¿Cree que los farmacéuticos deben desarrollar mayor formación para mejorar sus servicios?
R. Por supuesto. Cualquier profesional para desarrollar una faceta de su trabajo tiene la obligación moral de estar preparado, algo que los farmacéuticos hacemos regularmente por ser intrínseco en nuestra profesión.
P. ¿Deberían ser remunerados estos servicios adicionales que ofrecéis?
R. Aquí sÍ que no me gustaría opinar. Sería un tema más largo de hablar, ya que habría que tener en cuenta varios factores. Yo en mi farmacia hago seguimiento de alimentación saludable, que es básico, pero otros compañeros hacen seguimiento farmacoterapéutico, que es más complicado y quizás más costoso.
P. ¿Qué líneas de negocio adicionales ofrecen mayor rentabilidad a la farmacia?
R. La farmacia, tradicionalmente ha compatibilizado la actuación profesional en torno al medicamento con otras también sanitarias como análisis clínicos, ortopedia u óptica. Estas aportan rentabilidad profesional al farmacéutico y pudieran ser hoy fuente de rentabilidad económica.
P. En Andalucía, el Cacof y la consejería ya trabajan en una cartera de servicios a ofrecer por las farmacias. ¿Cree que son aconsejables estas estrategias globales?
R. Es fundamental para universalizar la práctica farmacéutica y garantizar un mínimo común de calidad en todas las farmacias para beneficiar a todos los pacientes.