El Proyecto 2020 pretende implementar la tecnología necesaria para un error cero

Expertos estadounidenses apuestan por una prescripción electrónica asistida (PEA)

| 2009-10-30T16:32:00+01:00 h |

C. Ossorio

Barcelona

La prescripción electrónica es la tecnología que más ha revolucionado el campo de la Farmacia Hospitalaria en los últimos años, pues permite reducir los errores de medicación y que el farmacéutico se implique de forma directa en el diseño y seguimiento del plan terapéutico más adecuado para el paciente. En este sentido, España va por el buen camino, tal y como se plasma en el Proyecto 2020, que pretende hacer realidad la implementación de toda la tecnología necesaria para que el error en la prescripción sea cero.

Así lo explicó a EG el jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Ribas, que coordina esta iniciativa junto a su homóloga del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, María Sanjurjo. Sin embargo, cuando se compara la situación nacional de implementación de estas tecnologías con la de Estados Unidos, nuestro país queda aún muy alejado de un gigante que cuenta con más medios y personal farmacéutico.

Esta situación se puso de manifiesto durante el coloquio internacional que tuvo lugar en Barcelona, organizado por los dos hospitales citados y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. En él, William Churchill, director de Farmacia del Brigham and Women’s Hospital de Boston, señaló que en este centro de 750 camas cuentan con 180 farmacéuticos. Un número que, como indicó Ribas, “es impensable en España”.

Churchill hizo hincapié en que, a pesar de la optimización que supone el sistema de alertas que sirve de soporte a las decisiones clínicas, en ocasiones un exceso de avisos puede interrumpir y entorpecer el trabajo del médico. Por ese motivo, precisó que en su centro desarrollan un nuevo sistema de farmacia que pretende agrupar todas las alertas en una única pantalla. “Lo implantaremos en unos 18 meses, y pensamos que obligará al profesional a fijarse en todos los parámetros de una forma más fácil y accesible”, aseveró.

Sobre este aspecto, Churchill recordó que un 59 por ciento de las alertas de nivel 2 sobre interacciones medicamentosas, alertas que requieren interrupción de la terapia por posible interacción grave en el paciente, son finalmente ignoradas.

Simplificar los procesos

Por su parte, Anne Bobb, farmacéutica y especialista en informática del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, señaló que es fundamental simplificar los procesos antes de implantar la tecnología. Según ella, la mayoría de los sistemas de prescripción asistida en Estados Unidos obedecen a alertas básicas: alergias, interacciones y duplicación terapéutica. Sin embargo, desde su experiencia considera que “para conseguir el último 20 por ciento de seguridad se necesita el nivel avanzado de alertas”. Un sistema inteligente que contempla gran cantidad de parámetros, como son los paquetes de prescripción.

Por otro lado, William Gouveia, profesor en la Northeastern University de Boston, afirmó que el papel del farmacéutico para una práctica dinámica pasa por un liderazgo, no sólo en la gestión sino también clínico, centrado en optimizar el abordaje del paciente.