Garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, poner en el centro las necesidades de los pacientes y prestar servicios profesionales por parte de los farmacéuticos. Hasta aquí llegan los puntos de coincidencia en la ‘lucha de gigantes’ protagonizada por las farmacias y colegios profesionales por un lado, y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, concretamente la delegación del País Vasco, por el otro.
Como ya informó EG, el Gobierno Vasco publicó el pasado 8 de abril un Proyecto de Decreto de Atención Farmacéutica a centros sociosanitarios del País Vasco. La novedad de este texto es que plantea un cambio de modelo. Así, “busca no solo solucionar las cuestiones relacionadas con el suministro de medicamentos, sino extender la intervención del farmacéutico clínico especialista en Farmacia Hospitalaria”, explica a EG la delegada de la SEFH en el País Vasco, Dolores Martínez.
Esto supone que, en la ‘batalla’ por la AF a residencias, surge un nuevo flanco que las boticas vascas están perdiendo. Si bien el RD 16/2012 recoge un número de servicios mínimos profesionales o funciones que tienen que prestar el profesional, ya sea de oficina de farmacia o el farmacéutico especialista. Con la propuesta vasca, el farmacéutico especialista entraría en todas las residencias públicas y en aquellos de más de 100 plazas, sean privados o públicos, que suman 106 en el País Vasco. Así, a las oficinas de farmacia les podrían quedar los 181 centros privados de menos de 100 camas que existen, en caso de que éstos las escojan.
La propuesta exige un mínimo de servicios profesionales que el farmacéutico tiene que prestar y, que según Martínez, “ahora mismo la oficina de farmacia mayoritariamente no estaba prestando” Así, los farmacéuticos especialistas se postulan como los profesionales más autorizados para llevar a cabo la prestación de la AF en centros sociosanitarios. Así se desprende de las palabras de la delegada vasca, “somos expertos en esto, somos farmacéuticos clínicos y somos las personas adecuadas para prestar la atención farmacéutica en centros sociosanitarios”, afirma.
Lo cierto es que esta medida arrincona a las oficinas de farmacia, a las que les va a resultar muy complicado competir con los precios que directamente negocien hospital y distribuidora. Ya que, —como defienden desde la SEFH— ese modelo resulta más económico para la adquisición de medicamentos, que el utilizado hasta ahora, con la receta médica y a través de las farmacias.
A pesar de ello, la representante de los farmacéuticos hospitalarios vascos, manifestó su extrañeza en declaraciones a EG, “me ha sorprendido la valoración negativa que se hace desde los colegios, porque al final hay que pensar en la mejora de estas personas”, apuntó. Además, porque considera que “también deja bastante hueco a las oficinas de farmacia… Lo que habrá que dar es servicios para poder competir”, añadió.
Según las estimaciones de la SEFH, la incorporación de los farmacéuticos hospitalarios en los equipos sanitarios vascos supondría un ahorro de unos 10 millones de euros anuales. A pesar de esgrimir esa cifra, la delegada autonómica de la SEFH destaca que no se trata sólo de una cuestión económica. “Con la propuesta, se prevé un ahorro del 35 al 50 por ciento, pero no sólo es el ahorro. Antes la AF no era de calidad y era cara y esta propuesta va a mejorar la atención a la persona residente”, declaró a EG. En esta línea, para Martínez, “estamos mucho mejor preparados que la oficina de farmacia para desarrollar esas funciones”.
Recursos y eficiencia
Entonces ¿cuánto costaría esta inversión en términos de recursos? y ¿qué pasará en las zonas donde no haya hospitales?. Desde luego, este cambio de modelo implicará una dotación considerable de recursos a los servicios de Farmacia Hospitalaria. Sobre todo, porque conllevaría la contratación de más farmacéuticos especialistas. Sin embargo, esta cantidad estaría todavía por determinar. Como explican desde la delegación vasca de la SEFH, “ahora mismo no hay datos de cuántos farmacéuticos por número de plazas residenciales”.
Si bien Martínez defiende “la sostenibilidad del sistema, más nosotros que trabajamos en el sector público”. También, reconoce el papel que las oficinas de farmacia tienen en la AF a centros sociosanitarios situados en zonas rurales y aisladas, dada su proximidad a la población.
10
Millones de euros es la valoración que realiza la SEFH de la eficiencia estimada si se aprueba la propuesta de integración de la FH en los centros sociosanitarios vascos. Así, los farmacéuticos de hospital realizarían una valoración integral de los residentes.
181
Son los centros residenciales privados del País Vasco (en 2013) a los que las oficinas de farmacia podrían prestar AF. El borrador vasco elimina la posibilidad de que las boticas realicen la prestación farmacéutica a 42 centros públicos de menos de 50 camas.