br
La Federación Europea de Médicos Asalariados (FESM) ha defendido la labor de su vicepresidente, Carlos Amaya, frente a las críticas de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) por mantener como parte de su directiva europea a un “ex miembro de CESM” que actúa de manera “independiente” a la organización.
Esta vez el sindicato médico aprovechó un informe en el que analizaba la situación actual de la sanidad española y las líneas estratégicas de la organización para introducir, en su último párrafo, una “queja formal” por esta causa. “FESM es una organización basada en el respeto mutuo y este tipo de parcialidad no debe ser aceptada”, cita textualmente.
La respuesta de FESM es tajante. Carlos Amaya ha sido elegido como vicepresidente durante dos mandatos consecutivos, y el último finaliza en octubre de 2012.
La organización europea subraya el compromiso y diligencia de Amaya en la defensa de los intereses de la federación y de los médicos europeos, así como su implicación en asuntos como la Directiva Europea de Tiempo de Trabajo.
La carta de FESM pone en valor su “carácter y equilibrio” y asegura que, llegado el momento le “echarán de menos” y considerarán su ausencia una pérdida, no solo en el terreno personal, sino para la actividad de la federación, aunque con la esperanza de seguir colaborando en el futuro.