Las agencias de evaluación ponen su punto de mira en los biotecnológicos

Jiménez Palacios advierte de que “no se va a introducir nada que no aporte valor”

| 2010-04-23T15:14:00+02:00 h |

David Martín

Madrid

Las Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) tienen ante sí afrontar el reto de la sostenibilidad futura del sistema. Por ese motivo, uno de los principales aspectos en los que se va a profundizar es en los medicamentos hospitalarios y, en especial, los biotecnológicos, que actualmente suponen solo “la punta de un iceberg sobre lo que nos espera en un futuro próximo”, afirmó Antoni Gilaber, gerente de Atención Farmacéutica y Prestaciones Complementarias del CatSalut en la jornada “A propósito de la cuarta garantía” organizada por Merck y la Fundación Gaspar Casal.

La cuarta garantía, como se quiere llamar a la evaluación económica, se suma al resto de propiedades imprescindibles de los medicamentos: eficacia, seguridad y calidad. Una garantía que cobrará más importancia en un futuro próximo ya que, según Alfonso Jiménez Palacios, director general de Farmacia, “no se va a introducir nada que no aporte”. Algo que ya se está produciendo, ya que, según él en los dos últimos años se han duplicado, respecto a 2007, los medicamentos que “no han superado las evaluaciones”.

En este sentido, Pedro Serrano, jefe del Servicio de Evaluación del Servicio Canario de Salud, espera que se unan otras garantías como los valores o preferencias de los pacientes para la evaluación de los fármacos ya que, según él, la financiación “no tiene en cuenta el valor social de los medicamentos”.

Por su parte, José Asua, director de gestión del Conocimiento y Evaluación del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, hizo un repaso de las iniciativas internacionales de soporte y colaboración en la materia y expresó su convencimiento de que su generalización, beneficiará a la Administración, “que gestionará mejor” así como a las compañías “verdaderamente innovadoras”.

Por su parte, Salvador Peiró, de la Unidad de Investigación de Servicios de Salud de la Generalitat Valenciana, consideró que los métodos que se utilizan en nuestro país, basados en utilidad terapéutica no son los “adecuados para tomar decisiones de fijación de precio, reembolso o compra”. Por ello, abogó por profundizar en la evaluación económica, un ámbito que en la actualidad “no tiene credibilidad” lo que, según Peiró, es un “problema importante”.