Alberto Cornejo Madrid | viernes, 27 de mayo de 2016 h |

España y Francia basan sus modelos farmacéuticos en la regulación, pero ello no ha supuesto que el nivel de accesibilidad de sus redes de farmacias sea igual con independencia de a qué vertiente se mire desde la cima del Aneto (el pico más alto de los Pirineos). En este sentido, es la farmacia ibérica la que tira del carro de la accesibilidad, mejorando año tras año sus ratios de población por botica, mientras que en el país vecino acumulan tres años de merma de su mapa ‘farma’.

Según las estadísticas que recientemente han dado a conocer el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) y la Ordre des Pharmaciens (su equivalente galo), el mapa español aumentó en 2015 en 83 oficinas —106 aperturas frente a 23 cierres—, para conformar una red muy próxima a la barrera de los veintidosmil establecimientos (21.937). Este incremento del 0,4 por ciento de la red española contrasta con el descenso del 0,9 por ciento del mapa farmacéutico francés en 2015, al ‘perder’ 181 oficinas a causa de la crisis económica que ha padecido la farmacia europea y que, números en mano, parece seguir afectando con mayor incidencia a los titulares galos.

Cabe recordar que el pasado ejercicio se implantó un nuevo modelo retributivo para las boticas galas (margen comercial regresivo más fijo por dispensación) que no parece haber resuelto los males económicos que soportaban y frenar así los cierres. Y es que Francia ya sufrió otros 123 cierres de boticas en 2014 y más de medio millar en su ejercicio precedente (ver mapa). Unos cierres que, en España, salvo causas de fuerza mayor (como los impagos), intentan evitar medidas como las ‘ayudas VEC’ o la reconversión en botiquines.

Así las cosas, España y Francia presentan cifras similares de boticas: 21.937 y 21.591, respectivamente. Pero es la mayor densidad demografíca del país galo—cerca de 20 millones más de habitantes— lo que generan las diferencias de ratios: 2.125 en España frente a los 3.100 al otro lado de los Pirineos.