La Farmacia es una pieza clave para el Pacto por la Sanidad

J. Nieto

Madrid

La aportación de la Farmacia para llegar a alcanzar un Pacto por la Sanidad, propuesta presentada en septiembre de 2008 por el entonces ministro de Sanidad, Bernat Soria, es fundamental. Así lo manifestó la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Carmen Peña, durante su intervención el pasado 22 de octubre en el XVI Congreso Nacional de Derecho Sanitario. Una aportación para la que, según Peña, es necesario “trabajar sin incertidumbres, con un horizonte de estabilidad real, a nivel legislativo, económico y sanitario”.

La presidenta de la máxima institución farmacéutica española repasó durante su ponencia, ‘La Farmacia ante el Pacto por la Sanidad, visión de la Organización Farmacéutica Colegial’, la actuación de la Farmacia en los seis principios básicos en los que, según Sanidad, se debe sustentar el acuerdo. Seis principios a los que deben dar forma otros tantos comités institucionales, que trabajarán en el desarrollo de documentos que posteriormente serán trasladados al Consejo Interterritorial para buscar un consenso que derive en ese Pacto por la Sanidad.

Aportación de la Farmacia

A este respecto, Peña resaltó “la responsabilidad y el compromiso” que ha mostrado la Farmacia para contribuir a llegar a este pacto. Así, se refirió al papel que juega este sector en la racionalización del gasto sanitario e incidió en la necesidad de “revisar las medidas que están actualmente implantadas, su impacto y su proporcionalidad, así como estudiar medidas futuras a implantar”.

Para Peña, desde 2000 las farmacias realizan “una aportación significativa al SNS, independientemente a su contribución vía impuestos”, y citó el RD 5/2000 y el de Mutualidades como medidas “de gran perjuicio para la farmacia, que no sirven para controlar el gasto, pues sólo influyen, afectan y penalizan a la remuneración de los profesionales farmacéuticos”.

Asimismo, consideró que medidas estructurales, como la política de medicamentos genéricos o el sistema de precios de referencia, “pueden ser beneficiosos para controlar el gasto en medicamentos, siempre que no contengan, en sus normas de aplicación, elementos que distorsiones el objetivo final”. A este respecto, se refirió a la puesta en marcha del sistema de precios de referencia al tiempo que se promueve la prescripción por principio activo. “Es una política que puede ser eficaz a nivel individual, pero su conjunción está motivando una espiral lesiva de consecuencias negativas para el sector”, explicó.

Además de la racionalización del gasto, Peña resaltó la labor asistencial que lleva a cabo el farmacéutico en un amplio abanico de salidas profesionales. “Por su importancia en el equipo multidisciplinar de salud debemos valorar el perfil del profesional farmacéutico como parte del SNS”, indicó.

Igualmente, la presidenta del Consejo General incidió en el trabajo que se realiza en las 22.000 oficinas de farmacia españolas en un aspecto que va más allá de la propia dispensación: la Atención Farmacéutica. Sobre este aspecto, señaló que “hay mucho trabajo por hacer”, y abogó por la implantación de una cartera común de servicios farmacéuticos en función de los grupos de pacientes.

Otra de las áreas a las que se refirió Peña en su intervención fue la referida a la Salud Pública que, según ella, “representa una de las grandes batallas de la Farmacia y uno de los campos donde mayor potencial tiene”. Según afirmó, muchas veces se olvida que los farmacéuticos desempeñan su labor en “establecimientos sanitarios privados de interés público”.

Por otro lado, la presidenta del Consejo General también se refirió a aspectos como la política de calidad e innovación, en la que la Farmacia trabaja “para dar respuesta a las necesidades emergentes”: receta electrónica, trazabilidad…, o a la llevada a cabo sobre el consumo de drogas o VIH, “donde la excelente planificación ha hecho de las farmacias establecimientos sanitarios estratégicos”.