Las condiciones y posibles amenazas sanitarias del lugar de destino tienen que ser el primer dato a consultar para elaborar el botiquín

A pesar de que existen muchas páginas en Internet que ofrecen consejos, el farmacéutico es el profesional mejor preparado para darlos

| 2009-07-26T17:13:00+02:00 h |

a.d.c.

Madrid

La preparación del botiquín de verano es una necesidad esencial en los viajes que se realizan en la época estival. Sin embargo, aunque todo ciudadano cree saber cómo y qué incluir en el botiquín, no siempre se respetan los procedimientos recomendados. Para evitar estos errores, muchos colegios de farmacéuticos han iniciado campañas con consejos y recomendaciones para tener un botiquín de verano completo y útil.

Además, cualquier viajero puede acudir a las oficinas de farmacia para asesorarse sobre qué incluir y qué precauciones debe tomar a la hora de realizar sus viajes. Hay que tener en cuenta, por otro lado, que las precauciones deben tomarse, “antes, durante y después del viaje”, como afirma el presidente del COF de Málaga, Javier Tudela. En este colegio llevan a cabo por tercer año consecutivo una campaña de colaboración con las agencias de viaje para informar a los viajeros sobre las conductas adecuadas en sus desplazamientos en el periodo estival.

Información básica

El primer consejo es informarse bien sobre el lugar de destino. Las pautas a seguir pueden ser muy distintas según la distancia y la zona a la que viajemos, ya que en ocasiones es aconsejable vacunarse contra algunas enfermedades típicas de la zona. En este sentido, el vocal de Oficinas de farmacia del COF de Álava, Imanol Monteagudo, señala que “en el botiquín debemos adaptarnos a lo que nos pueda acontecer allá donde vamos, y eso depende mucho del lugar, aunque hay recomendaciones generales. La clave es informarse antes para no llevarse sustos después”.

Las consultas sobre las posibles amenazas sanitarias del lugar al que viajemos deben hacerse con una antelación de seis a ocho semanas, ya que existe la posibilidad de que se necesiten vacunas. El siguiente paso debe ser asesorarse sobre qué medicamentos incluir en el botiquín. Para los viajes internaciones, Monteagudo recomienda acudir a “páginas web del ministerio (www.msc.es), los colegios, de algún laboratorio, y también Sanidad Exterior de cada provincia”.

Sin embargo, en el caso de no ser un lugar exótico y con condiciones sanitarias especiales, lo idóneo es acudir a la farmacia. El farmacéutico es un profesional preparado y cercano al ciudadano, por lo que él puede aconsejar qué medicamentos se deben incluir. En este sentido se posiciona también el Consejo General Farmacéuticos, desde donde se afirma que la farmacia es el lugar idóneo para asesorarse adecuadamente a la hora de elaborar un botiquín acorde a nuestras necesidades.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) aloja en su página web, además de un decálogo destinado al viajero, los consejos ideales para elaborar un botiquín de viaje. Destaca incorporar sólo lo más necesario, considerar las características del lugar de destino y la duración del viaje, informarse previamente sobre las vacunas, incluir los medicamentos de cada viajero en la cantidad adecuada, mantener condiciones de luz y temperatura y fuera del alcance de los niños.

Para el viaje Semfyc recomienda incluir las recetas para evitar problemas en las aduanas, así como guardar los medicamentos en sitios distintos por si hubiera pérdidas o robos. Además, recomienda llevar los paquetes bien cerrados para impedir la contaminación y portar los fármacos líquidos en envases nuevos sin abrir.

El botiquín debe estar ordenado para encontrar todo lo antes posible.

Debe estar fuera del alcance de los niños.

Ha de situarse en un sitio fresco, seco, limpio y preservado de la luz, para que no se altere el contenido. Consulte al farmacéutico sobre el mejor sitio para conservar el medicamento.

No se deben almacenar medicamentos innecesariamente.

Hay que revisarlo periódicamente para confirmar que todo está en buen estado y sin caducar. Eliminar lo que no se use, y reponer lo que se necesite.

Para la eliminación, se debe usar el contenedor Sigre de la farmacia. Así, se previene la ingestión de fármacos en mal estado, y la contaminación del suelo, los acuíferos o los ríos.

Los medicamentos deben estar claramente identificados y es importante que se guarden con su envase y su prospecto.

Durante el verano, hay que extremar el cuidado en la conservación de los medicamentos de los botiquines.

Puede ser útil incluir una etiqueta en el botiquín con teléfonos de emergencia de utilidad.