Los farmacéuticos andaluces reniegan del tercer concurso de subasta de medicamentos al igual que ya lo hicieron con los dos anteriores. Así lo puso de manifiesto el vicesecretario del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof), Juan Pedro Vaquero, durante el transcurso de la jornada ‘Ahorro y Compromiso: los retos del sector farmacéutico en Andalucía’, organizada por Mylan en Sevilla. “Este sistema de subastas nunca nos ha gustado porque merma la capacidad del farmacéutico de gestionar su stock y con este tercer concurso se agrava la situación”, afirmó.
En este sentido, Vaquero añadió que “están a la espera de que el Tribunal Constitucional resuelva el asunto”. Desde el Cacof se recuerda que la crisis está cobrándose muchas víctimas en las farmacias andaluzas. Por este motivo, asegura que “las subastas no hacen más que agravar una situación ya de por sí complicada”.
En la misma línea mantenida por el Cacof se situó Javier Tudela, presidente del Colegio Oficial de Málaga, que expresó su opinión acerca de la viabilidad legal de las subastas. “Las subastas están en vía de extinción y estoy seguro de que estamos ante la última subasta que habrá en Andalucía”, dijo. Las palabras de Tudela se sustentan, según explicó, en la reciente reforma de la Ley de Garantías. “Cuando caduquen las primeras subasta en el mes de abril, estos medicamentos pasaran a libre dispensación y prescripción porque así lo rige una ley superior”, aseguró.
Además del discurso legal, para Tudela las subastas no cuentan con el apoyo del tejido industrial. “Han ido doce laboratorios que la mayoría son ajenos a nivel nacional e incluso europeo”, explicó el presidente del colegio malagueño.
Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla, Manuel Pérez, transmitió su opinión sobre el concurso andaluz. “No estoy de acuerdo con las subastas porque el precio ya lo pone el estado y además quita la capacidad de gestión a la farmacia. Entendemos que quieren ahorrar pero es una medida que no es acorde a la legislación vigente”, argumentó.
Además, Pérez manifestó que el principal problema que rodea a la medida andaluza es el ‘deslizacimiento’ de la potestad sanitaria del médico a la Administración. “Este tercer concurso es más de lo mismo, quitarle la posibilidad al médico de prescribir y quitarle al farmacéutico de relacionarse con sus proveedores”, dijo.