Carlos Arganda Madrid | viernes, 26 de octubre de 2012 h |

La desfinanciación de medicamentos que tuvo efecto el pasado 1 de septiembre ha llevado a reducir el gasto en medicamentos a través de receta a cifras impensables hace unos pocos meses. En concreto, el gasto mensual registrado el pasado mes de septiembre ha sido un 25,45 por ciento inferior al que se facturó en el mismo mes de 2011 a causa de la espectacular caída del número de recetas registrado. Este parámetro cayó el mes pasado un 20, 65 por ciento.

La reducción del número de recetas se ha visto favorecida por dos factores principalmente. En primer lugar, la modificación del copago, que está ejerciendo un fuerte efecto disuasorio que se observa de manera sostenida a lo largo de los tres meses de implantación. Por otro lado, la caída del número de recetas también se ha visto impulsada por la desfinanciación de medicamentos. Ambos efectos juntos han provocado la mayor reducción mensual tanto del gasto como del número de recetas desde que se tienen registros de estos parámetros.

Pero los datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad la pasada semana encierran una sorpresa adicional. Se trata de la modificación de la tendencia y evolución del gasto medio por receta. Mientras que en los meses anteriores a la entrada en vigor del copago esta variable se reducía, en comparación con el mismo mes del año anterior en cifras cercanas al 6 por ciento, una vez puesto en marcha el nuevo copago, por el efecto de las aportaciones de los usuarios que reducen el importe a ser sufragado con fondos públicos, el gasto medio por receta pasó a descender a más del 11 por ciento. Así ocurrió durante julio y agosto, lo que podría implicar que el efecto de la aportación de los pacientes estaría suponiendo entre un 5 y un 6 por ciento del gasto, teniendo en cuenta que importantes comunidades autónomas como el País Vasco o Cataluña todavía no lo habían aplicado.

El repunte del gasto medio

Pues bien, en septiembre esta evolución se ha roto de tal modo que el gasto medio en el total nacional ha decrecido en ‘solo’ un 6,07 por ciento. Si se descontara el efecto de la aportación de los usuarios por la modificación del copago, que supone un incremento del 10 por ciento, sin contar los topes máximos para determinadas poblaciones, la variación del gasto medio por receta alcanzaría cifras próximas a cero o incluso a crecimientos con respecto al mismo mes del año anterior.

Casos a destacar serían el de Andalucía, con una reducción de su gasto medio del 2,83 por ciento o Galicia, con una rebaja del 5,32 por ciento situarían esta variable en términos de crecimiento positivo según esta hipótesis. Pero este efecto no es general en todas las comunidades autónomas. Asturias, Castilla y León, Navarra o La Rioja han recortado el gasto medio por receta durante el pasado mes en cifras superiores al 11 por ciento. Otras autonomías a destacar serían Cataluña (-0,88 por ciento) y País Vasco (-4,83 por ciento), casos en los que está justificada la escasa reducción porque todavía no están aplicando la modificación del copago. Precisamente fuentes de la consejería de Salud de Cataluña han explicado a EG que se espera una fuerte reducción del gasto medio en las próximas facturas ya que en estos momentos se está recaudando los copagos correspondientes a los meses atrasados.

En cualquier caso, lo extraño de la situación observada en la factura de septiembre es que en la media nacional no se ve desde el pasado mes de junio de 2010 una evolución positiva del gasto medio, cuando entraron en vigor las primeras medidas de control del gasto en farmacia con los RDL 4/2010 y 8/2010. La única explicación que los expertos consultados dan al comportamiento de esta variable es el efecto que la desfinanciación ha tenido sobre el precio medio. Al tratarse de productos con precio medio más bajo que la media, su eliminación ha dado lugar a que el precio medio del total del mercado financiado haya experimentado un frenazo en su evolución.

Aún así, el muy diferente comportamiento entre las distintas comunidades autónomas hace necesario, según los expertos, analizar lo que va ocurriendo en los próximos meses. Precisamente un caso que destacan es el de Andalucía, que aprovechó la desfinanciación dictada por el RDL 16/2012 para dejar de sufragar las recetas de hasta 600 productos para los que mantenía la financiación pública desde el medicamentazo de 1998. Ese hecho de retirar del vademécum financiado hasta mil productos de bajo precio podría haber sido la causa del dato registrado por dicha comunidad autónoma en la evolución del gasto medio en septiembre.

Otra posibilidad que apuntan los expertos sería el deslizamiento de prescripciones desde los productos desfinanciados a otras alternativas terapéuticas utilizables pero de coste superior, con lo que la desfinanciación podría dar como resultado un efecto contrario al buscado.