Dermofarmacia continúa siendo una de las modalidades de ejercicio más atractivas para el farmacéutico español. Según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos correspondientes a 2015, un total de 9.634 profesionales estaban adscritos a la vocalía del ramo de la máxima corporación farmacéutica nacional, lo cual significa que un 13,8 por ciento del total del censo de farmacéuticos colegiados (69.774) ejercen en la actualidad esta modalidad.
Así, un año más, Dermofarmacia se mantiene en el podio de modalidades más ejercidas. En concreto, en el segundo puesto del ranking, solo superada por Alimentación (10.521 adscritos a esta modalidad, un 15 por ciento del total) y por encima de Ortopedia, que ‘ocuparía’ el tercer cajón de este particular podio con 8.431 profesionales ejercientes. Más allá de ser un habitual de este cuadro de honor, otro dato a tener en cuenta es el aumento anual de farmacéuticos adscritos a esta vocalía nacional de Dermofarmacia que lidera Cristina Tiemblo. En concreto, en 2015 se registraron 173 nuevas adscripciones (cerca de un 2 por ciento de incremento). Esta cifra presenta un constante aumento desde 2010, cuando se computaban 8.829 profesionales ejercientes, según las estadísticas publicadas.
Otro de los ‘santo y seña’ de la Dermofarmacia en España que corrobora, un año más, este informe es el carácter eminentemente femenino del profesional de esta modalidad. El 69 por ciento de los especialistas en ‘dermo’ son mujeres (6.659 del total), mientras que apenas 2.975 son hombres.
Asimismo, sorprende que no sean comunidades autónomas que cuentan con las mayores cifras de colegiados las que aportan más farmacéuticos ejercientes en esta modalidad. Son regiones como Comunidad Valenciana (2.236 adscritos), Galicia (1.901) o Murcia (1.187) las que más aportan. En el otro extremo, también sorprende que Madrid, con más de 12.000 farmacéuticos colegiados, apenas presente 92 profesionales adscritos a esta área. Aún así, Madrid está por encima de autonomías como Extremadura, La Rioja, Ceuta y Melilla, donde ningún profesional pertenece a la vocalía nacional.