García Vargas, Romay Beccaría y Soria coincidieron respecto a implantar el copago
Participaron en un encuentro organizado por la Sociedad Española de Cardiología
MÓNICA RASPAL
Madrid
La crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de que se produzca un inevitable cambio de nuestro modelo de sistema sanitario. Al menos así lo consideran los tres ex ministros de Sanidad Julián García Vargas, José Manuel Romay Beccaría y Bernat Soria, reunidos por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en un debate en el que todos coincidieron también en puntos controvertidos como la posibilidad de abrir el debate sobre el copago y la necesidad de evaluar la eficiencia real de la innovación.
En el debate, tanto Romay Beccaría como Soria recordaron que el Sistema Nacional de Salud (SNS) es una de las instituciones mejor valoradas por ser “equitativo, universal y con financiación pública”, además de por contar con los profesionales más cualificados. Sin embargo, Romay Beccaría reconoció problemas de eficiencia como consecuencia de un modelo organizativo demasiado “rígido y burocrático” que no motiva científica ni económicamente a sus trabajadores. Por ello, abogó por cambiar el marco jurídico para hacerlo más flexible, con más facilidades para manejar los incentivos profesionales y más autonomía para los centros, ya sean de gestión pública, privada o concertada, y con indicadores de calidad respaldados por agencias independientes.
Por su parte, para García Vargas el problema del sistema es que no hay mecanismos para frenar la oferta ni la demanda y carece de liderazgo porque, en su opinión, el ministerio “ha tirado un poco la toalla” ante las regiones, que se muestran reacias a darle más capacidad organizativa. Igualmente, señaló que no se puede hablar ya de sostenibilidad “porque esto significa mantenerlo [el modelo] como está y eso no va a ser posible. Debemos hablar de responsable, de que no empeore”, afirmó. Asimismo, aludió a un “déficit de información” que dificulta la gestión en base a datos reales, pues cree que las “islas” autonómicas no aportan sus datos detallados para que las comparen. Esta “falta de transparencia” es, según él, uno de los lastres de un sistema.
En la misma línea, Soria defendió la corresponsabilidad del ciudadano, junto con el resto de actores, en la gestión de sus problemas y su salud, y consideró que la sociedad española es ya lo suficientemente madura para debatir todo, incluido el copago que, a su juicio, no debe plantearse como “sí o no”, sino como una modificación del que ya existe y nunca como una fórmula aislada, sino dentro del conjunto de factores. En cuanto a la inversión en innovación y nuevas tecnologías, argumentó que “bien incorporadas” aumentan la eficiencia y no son un gasto, sino una inversión, pues el 40 por ciento retorna y el SNS es el gran empleador del Estado.
García Vargas discrepó e incidió en la falta de una industria propia que exporte tecnologías de la información y de diagnóstico. “Un sistema con tantas potencialidades desaprovechadas, que no consigue crear empresas líderes ni ordenar la compra de tecnología tendrá que externalizar los servicios que prestan al sector privado”, aseguró.