Lucía Gallardo
Barcelona
Si bien es cierto que las operaciones de compra-venta de boticas, aunque no de forma drástica, han disminuido en el último año, el sector farmacéutico está bastante al margen de la crisis económica global. Así lo afirman las empresas dedicadas a este tipo de transacciones, que coinciden en transmitir un mensaje de tranquilidad. “Sigue habiendo una plena confianza en el sector farmacéutico, dado que nunca ha sido excepcional ni en crecimiento ni en caídas”, señala Alfredo Alonso, director general de Farmaconsulting.
La misma idea es expresada por Eduardo Litrán, administrador de Traspharma. “No se ha producido un desplome, sino un ajuste natural a las circunstancias crediticias y de expectativas legales”, afirma. Litrán se refiere a que, ya en junio de 2006, a raíz de la amenaza de liberalización que supuso el dictamen motivado, el interés por invertir en la farmacia disminuyó.
Por su parte, Raúl García, director ejecutivo de Farmavend, también considera que se trata de un sector que goza de estabilidad y afirma que la crisis económica solamente repercute sobre operaciones de pequeña envergadura. De hecho, Farmavend ha visto aumentar su facturación un 20 por ciento, dado que las farmacias vendidas tenían un precio elevado. También ha crecido el volumen de ventas de Farmaconsulting, “debido a que el mercado se ha vuelto mucho más exigente con la calidad del servicio exigido, y esto nos beneficia”, apunta Alonso.
Así, las operaciones de menor financiación son las más afectadas, sobre todo porque las entidades financieras son más exigentes a la hora de conceder un crédito. Por un lado, piden mayores garantías personales del inversor para la operación y un mayor rendimiento mínimo. Por otro lado, han aumentado los tipos de interés. Y, finalmente, exigen un análisis más profundo de cada una de las farmacias y sus inversiones.
Ante esta nueva situación, se hace más necesario el asesoramiento de las consultoras, apunta Alonso, motivo por el que la transmisión de la farmacia se profesionaliza y estas entidades cada vez personalizan más la compra. Pero aclara que “los bancos especialistas con buen conocimiento del sector farmacéutico lo consideran como uno de los pocos en los que siguen teniendo claro que quieren continuar su actividad”. Asimismo, Litrán explica que los bancos dan prioridad a la financiación de una farmacia porque siguen considerándola un negocio seguro.
Al aumentar la oferta de farmacias, el precio de las mismas baja, sobre todo en las pequeñas, por la poca capacidad que tienen para asumir el aumento del coste financiero de la inversión, y en las muy grandes, debido al volumen de inversión tan importante que representan, explica Alonso.
En este sentido, tal y como manifiesta Litrán, los precios se han situado en este momento tal y como estaban en el año 2004. Así, para él la ecuación es muy fácil y sencilla: si los precios se ajustan a la realidad del mercado, no se tarda en vender la oficina de farmacia más tiempo que hace un año.
En cualquier caso, Alonso recomienda planificar bien la venta y promoverla al mayor número posible de inversores. El consejo que da a los compradores es que tomen la decisión con seguridad, analizando la operación en profundidad, los escenarios posibles y la estructura financiera, y que controlen bien todos los contratos.