Sobre la colaboración público-privada sanitaria en España han corrido ríos de tinta, pero la realidad es que su desarrollo hasta la fecha no sido profundo y casi siempre ha estado condicionado por cómo se han llevado a cabo estas experiencias y por la necesidad de conseguir ahorros. Durante la conferencia ‘La Cooperación Público-Privada en el sistema sanitario’, César Pascual, director general de Coordinación de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, y Carlos González-Bosch, presidente de la Comisión de Sanidad de la CEOE, recomendaron una nueva forma de acercarse a esta realidad, cuyo futuro viene marcado por la transposición de la directiva europea de la ley de contratación, que conducirá a que la mayoría de los contraros se realicen de esta forma.
Para González-Bosch, el SNS “es difícilmente sostenible” sin la colaboración público-privada”. Es por ello que cree necesaria una nueva actitud de futuro, marcada por “una colaboración pacífica y responsable”. Varios factores bloquean este futuro. El primero, la situación política, que según Pascual, “empeora el ambiente” para desarrollar este tipo de iniciativas en España.
A ello se suma la presión del déficit, que ha obligado a tomar medidas en las comunidades autónomas con el único objetivo de ahorrar. Precisamente, el director general de Coordinación de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid cree que algunas de las experiencias llevadas a cabo en España “se han hecho inadecuadamente” porque perseguían ese resultado.
Frente a ello, Pascual defiende que la colaboración público-privada “es un mecanismo que permite innovar e incorporar valor, que inicialmente puede tener un coste más alto pero que al final se traduce en que la incorporación de esta innovación aporta valor y es más rentable”. Buen ejemplo de ello, a su juicio, es la experiencia con los medicamentos para la hepatitis C. De cara al futuro, tiene clara la razón por la que hay que apostar por esta herramienta: “El gasto seguirá creciendo nos guste o no”.
González-Bosch también defendió las experiencias en el terreno farmacéutico, pero pidió más transparencia. “Me parece muy interesante explorar medidas como el riesgo compartido pero necesita datos, control, y en este momento no se están conociendo”, dijo.