| viernes, 06 de mayo de 2016 h |

Trabajar en favor de la calidad asistencial es siempre hacerlo para el paciente, poniéndolo en el centro del sistema. Así se puso de manifiesto durante la jornada ‘Pacientes & Calidad Asistencial en Andalucía’. El encuentro, al que asistieron más de 150 personas, estuvo promovido por la Junta de Andalucía y los Premios BIC, con el apoyo de Gaceta Médica y El Global, y contó con la colaboración de Ipsen.

El consejero de Salud de Andalucía, Aquilino Alonso, que fue el encargado de inaugurar el encuentro, destacó la labor de los profesionales sanitarios como artífices de la calidad y sin los cuales sería imposible sostener el sistema sanitario. Asimismo, puso de manifiesto el hecho de que Andalucía apueste por el coprotagonismo del paciente y que se garantice el acceso al sistema con igualdad, motivo por el cual la región fomenta una participación cada vez mayor en los aspectos que le afectan. “Es importante defender los valores de la sanidad pública contra los envites de los últimos años”, apostilló Alonso.

De cara al futuro, abogó por hacer sostenible el sistema que, sin estar todos alerta, “corre el riesgo de resquebrajarse”. Abundó también en la necesidad de mejorar la transparencia e incrementar la corresponsabilidad entre pacientes, profesionales y administración, así como en desarrollar más estrategias en torno a la seguridad del paciente y en buscar mecanismos que faciliten la participación de la población infantil. Todo esto, dijo, contará con un marco legal en la Ley de Garantías y Sostenibilidad, que está a las puertas de su debate parlamentario.

Isabel Baena, directora general de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Junta de Andalucía, que estuvo a cargo de la conferencia ‘La calidad asistencial asociada al paciente como indicador de salud’, hizo hincapié en que los gestores se dedican a hacer efectivo el derecho a la sanidad y “no parece razonable” que los ciudadanos no tengan capacidad para opinar si son los destinatarios. Asimismo, detalló que los profesionales sanitarios deberán pasar de su papel de expertos que toman todas las decisiones a un acompañamiento con conocimiento del paciente. Baena puso también en valor la satisfacción del paciente, pues no se puede hablar de calidad sin ella y, en esta línea, incidió en que sigue siendo este el compromiso de la consejería. “Vamos a seguir trabajando con la ciudadanía, no solo para que decidan sobre su salud, sino también en relación con cómo utilizar los recursos”, subrayó.

Ignacio Suárez, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y VIH del Hospital Infanta Elena de Huelva, definió calidad como hacer las cosas adecuadas a las personas adecuadas en el momento preciso, y hacerlo bien desde la primera vez, lo cual tiene que ver con la seguridad del paciente. En su opinión, además, lo más importante son los resultados en salud porque es lo que impacta más directamente en la vida de las personas. “Con la calidad ocurre como con la religión, hay muchos creyentes, menos practicantes y algunos que solo van a misa una vez al año”, ironizó Suárez. Hablando en concreto de Andalucía, apuntó a que “el pasito que queda por dar” es la transparencia para que las evaluaciones que se realicen estén disponibles para los pacientes cuando ejerzan su derecho a la libre elección.

Uno de los caballos de batalla fundamentales de la salud pública es la reducción de las infecciones hospitalarias, tal y como detalló Amelia Fernández, directora de la UGC Salud Pública Interniveles de Granada. Asimismo, destacó la importancia que tiene el interés de los profesionales en la formación y la mejora de la calidad y recordó que la salud pública prima siempre sobre la salud individual.

Algunos de los planes integrales de la región también tuvieron cabida durante este encuentro. En concreto, la directora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, Asunción Martínez, explicó que, gracias al trabajo realizado, la región ha pasado de ser una de las que tiene un número de ingresos hospitalarios por esta patología más altos a conseguir uno de los niveles más bajos de España.

En lo que respecta a la mortalidad por diabetes, el descenso es mucho más marcado en Andalucía que en el resto del país, sobre todo en lo que tiene que ver con la mortalidad prematura. Actualmente, está en proceso de elaboración el tercer plan que contará con la participación de ciudadanos y profesionales. Además, en lo que respecta al Plan Integral de Oncología, su directora, Eloisa Bayo, hizo hincapié en la importancia de la prevención, ya que modificando estilos de vida se podría reducir el número de cánceres a la mitad.

En el caso de los profesionales, han impulsado códigos de buenas prácticas y programas de formación, por ejemplo en técnicas y habilidades de comunicación. En cuanto a los pacientes, se ha tratado de orientarlos hacia el empoderamiento con información y toma de decisiones compartidas. Además, ante cualquier duda, siempre puede acudirse al servicio Salud Responde.

La detección precoz e identificación de pacientes de riesgo es otro de los pilares sobre los que se sustenta este plan porque, tal y como señaló Bayo, cuando más precoz es el diagnóstico, mayor será la calidad de vida y menos agresivo el tratamiento. Sin embargo, aunque se trabaje mucho en prevención, la incidencia del cáncer sigue en aumento, por lo que “es sembrar para el futuro” porque países como Dinamarca o Francia ya han conseguido que su curva de incidencia descienda.

Los entornos de participación de los pacientes en Andalucía fueron otro de los puntos de la jornada. Antonio Sagués, jefe del Servicio de Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud, comentó la ‘Estrategia AL LADO’, que proporciona un acompañamiento integral al paciente. Por ejemplo, a la hora de dar la noticia de que se padece una enfermedad, es aconsejable contar con un circuito del que formen parte el especialista en cuestión, el médico de familia y la asociación de pacientes.

La directora de Escuela de Pacientes, María Ángeles Prieto, por su parte, señaló como la principal diferencia de este programa el hecho de que los expertos sean los propios pacientes, que entienden la situación por la que está pasando la otra persona, se pueden poner en su lugar y hablan el mismo lenguaje. Así, se combinan los cuidados basados en la evidencia con los de la vivencia y la experiencia. Cuentan con 500 pacientes formados como expertos y más de 10.000 han recibido ya formación.

En cuanto a la visión de los pacientes, el presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP), Antonio Bernal, puso sobre la mesa el trabajo de esta organización dando relevancia a las asociaciones de pacientes para que puedan trabajar y expresas los problemas a los que se enfrentan. Además, incidió en que la calidad asistencial es “mucho más” que dar formación a los pacientes. Ángela García, presidenta de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Confeafa) y otras demencias, subrayó la importancia del diagnóstico precoz o “a tiempo”, pues en general se produce cuando la enfermedad ya ha avanzado notablemente.

Para Eva Pérez, presidenta de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth), la gestión que se hizo en Andalucía de los nuevos fármacos para al hepatitis C podría servir de ejemplo, ya que se llamó a las asociaciones de pacientes y se acordó qué hacer con ellas. Por otro lado, Patricia García, psicóloga de la Asociación Andaluza de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lamentó el hecho de que la atención sea diferente en cada región, mientras que Ángel Gil, Comisionado para la equidad de la AGP, incidió en la importancia de este tipo de encuentros y la “alegría” que supone para él desde su cargo.