Enrique Ordieres
Presidente de Cinfa
ARTURO DÍAZ DEL CAMPO
Madrid
La fuerte bajada de precio de los medicamentos genéricos aprobada por el Gobierno es para todas las compañías la medida que más daño hará a esta industria. El presidente de Cinfa, Enrique Ordieres, va más allá y asegura que la consecuencia de esta bajada de precio será la pérdida de confianza en los genéricos por parte de pacientes, profesionales médicos y farmacéuticos.
Pregunta. ¿Qué opina del nuevo real decreto ley aprobado en el pasado Consejo de Ministros?
Respuesta. Entendemos que en un momento de crisis como el que nos encontramos todos debemos trabajar por la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, nos han sorprendido las medidas recogidas en el nuevo real decreto ley, que desconocíamos hasta el mismo día del Consejo Interterritorial. A priori, nos parecen cortoplacistas, no resuelven un problema estructural de escasa implantación del genérico en España, que se encuentra muy lejos del 30 por ciento de la media europea. Creemos que las medidas inciden principalmente en una pequeña parte del gasto farmacéutico, el 9,5 por ciento correspondiente al sector de los genéricos, que es, además, el que más ha trabajado por la disminución del precio medio por receta en los últimos años. Y esto se plantea en un momento de repunte real del número de recetas.
P. ¿Qué medida hará más daño a esta industria?
R. Una es la fuerte bajada de precios, que se suma a la sufrida el 1 de marzo y a las de años anteriores, con un promedio anual de entre un 10 por ciento y un 15 por ciento desde 2004. La consecuencia de ello es que nos encontramos con medicamentos que cuestan menos que una barra de pan. Además de no ser sostenible para los laboratorios, banaliza el proceso de elaboración de los fármacos y merma la confianza de los pacientes. El hecho de equiparar el precio de referencia al precio menor conlleva que un alto porcentaje de marcas para las que existe genérico queden al mismo precio que las EFG. Así, se podría perder el atractivo del genérico para todos los agentes, sobre todo para el farmacéutico, que es quien más ha promovido su utilización.
P. ¿Qué impacto tendrá la nueva legislación en la compañía?
R. Es difícil realizar un cálculo exacto, porque hasta ahora disponemos de un borrador, pero, de momento, hemos hecho una estimación aproximada de lo que sólo supondría la bajada de precios y creemos que podríamos estar hablando de, al menos, un 26 por ciento menos de facturación en lo que resta de 2010. Si finalmente no se acompaña de otras medidas reales de promoción del genérico, lógicamente tendrá un enorme impacto en un laboratorio como el nuestro, que siempre ha abogado tanto por la reinversión como por la creación de valor y riqueza industrial. Por eso, estamos trabajando en propuestas que devuelvan la estabilidad al mercado y la confianza al profesional farmacéutico, que sabe que seguirá contando como hasta ahora con el apoyo de Cinfa.
P. ¿Considera que podrían desaparecer moléculas por falta de rentabilidad?
R. En efecto, se puede estar poniendo en peligro la fabricación en nuestro país de productos que ya se encuentran en los límites de la rentabilidad. La industria nacional de genéricos es una oportunidad en estos momentos de crisis para hacer que la producción de estas moléculas y presentaciones no salgan de España, de manera que el empleo y las inversiones permanezcan en nuestro país.