La crisis está dando lugar a situaciones desagradables, como la dificultad con la que se encuentran los pacientes para acceder a determinadas novedades terapéuticas que, al presentar un coste alto, suponen un contratiempo para la Administración, empeñada en ajustar sus cuentas a base de medidas coyunturales. Como consecuencia, algunas compañías han comenzado a denunciar que no se cumplen los plazos legales de la Comisión de Precios (CIPM) y que las trabas de algunas comunidades para financiar las novedades dejan en stand by la innovación farmacéutica.
En este sentido, desde la industria explican que el objetivo último podría ser limitar el número de nuevos medicamentos comercializados durante 2012 con el objetivo de que no exista ningún factor que tire del gasto hacia arriba. A este respecto, una de estas compañías ha confirmado a EG que “hace más de un año” que tiene dos productos parados en la Comisión de Precios. Estas mismas fuentes aseguran no entender cómo puede reducirse la factura farmacéutica con medidas como la desfinanciación, el copago o el sistema de precios de referencia y que “ese hueco no sirva para abrir la puerta a la innovación”.
Los medicamentos a los que hace referencia esta multinacional americana son para enfermedades crónicas, para las cuales, al menos, suele haber alguna alternativa terapéutica. Pero ese no es el caso de los medicamentos huérfanos, cuya aprobación también está sufriendo retrasos. Así lo indican desde la Asociación Española de Laboratorios de Medicamentos Huérfanos (Aelmhu), donde dicen tener “constancia de que algunas decisiones de precio se están ralentizando”. Y eso pese a que, como dicen, “el Ministerio de Sanidad, dada la relevancia clínica de los medicamentos huérfanos, había dado una mayor agilidad y rapidez a los procesos de financiación y precio”.
Sobre este particular, fuentes de Aelmhu creen que “lo importante es evaluar el coste que tienen estos medicamentos en función de su valor, de los resultados en salud que aportan a los pacientes afectados por enfermedades raras. El precio no debe ser un impedimento para que se retrasen las decisiones de financiación y precio”.
Del mismo modo que los huérfanos, otros importantes medicamentos o algunas nuevas indicaciones no cubiertas están también a la espera de la fijación de precio, lo que obliga a su uso mediante solicitudes de medicación extranjera o uso fuera de indicación, cuando se trata de fármacos que deberían estar disponibles desde hace ya bastante tiempo.
Pero la CIPM no es el único problema. Una vez superada esta primera barrera, las compañías tienen que vérselas con las 17 comunidades autónomas. En este sentido, desde una multinacional europea denuncian “problemas de acceso para productos muy innovadores, que vienen a cubrir una necesidad terapéutica no cubierta en el área de oncología”. Y es que, un año después de que el ministerio diera precio y reembolso siguen “sin poderlo suministrar en algunas comunidades autónomas”, denuncian.