c. r. Madrid | viernes, 22 de junio de 2012 h |

El sector sanitario es clave para el empleo y la innovación. Por ello, juega un gran papel para alcanzar los objetivos de crecimiento sostenible de la estrategia Europa 2020, que puede fracasar si siguen las medidas de austeridad por austeridad. En este sentido, el comisario europeo de Salud, John Dalli, señaló en la conferencia anual de la EPHA, principal ONG que asesora a la Comisión Europea (CE) en materia sanitaria, que “recortar en prestaciones sanitarias es invariablemente una falsa economía”, empeora los resultados en salud de la población, de los sistemas sanitarios y de la economía en general.

La idea surge con fuerza en Europa. La CE la incluyó en sus recomendaciones a los planes de reforma nacionales. Consciente de que es el asunto que más preocupa a los europeos, el Europarlamento ha aprobado una resolución en la que pide a los estados reorientar sus inversiones y centrar el gasto en la creación de empleo en sectores clave, concretamente en sanidad, servicios sociales, nuevas tecnologías y economía sostenible.

Los términos de la resolución indican que se trata de algo más que una mera declaración de intenciones. El texto que hace unos días salió de la Eurocámara insta a los países de la UE a presentar un “paquete europeo de inversiones” antes de que acabe este año, con el objetivo de “sacar a Europa de la crisis”.

Otras medidas

La idea defendida por Dalli no significa que la CE se posiciones en contra de iniciativas en el que persigan la sostenibilidad de las cuentas sanitarias, siempre que contribuyan a mejorar la salud. Desde esta perspectiva, las autoridades comunitarias creen firmemente en que siguen existiendo nichos de eficiencia por explorar.

En este contexto, el Consejo de la UE ha lanzado un proceso de reflexión para identificar la mejor manera de invertir en salud. En línea con este proceso, la Comisión ha creado un panel de expertos independientes, cuya misión es facilitar consejos independientes a los estados a la hora de mejorar sus sistemas. Por ejemplo, la CE ya ha acordado con Grecia y Portugal una lista de objetivos y medidas a desarrollar que incluyen, entre otros aspectos, la racionalización del gasto farmacéutico y la mejora en prácticas de gestión.

Más allá, Bruselas sigue confiando en la interoperabilidad de la e-salud y la cooperación en evaluación económica. “Los recursos limitados pueden tener un mejor uso si se incrementa el trabajo compartido y se reutiliza la información sobre evaluación económica”, dijo Dalli.