Santiago de Quiroga
La Fundación Salud 2000 volvió a acertar en sus Encuentros con el tema a debatir en la redacción de EG. Sobre la financiación y sostenibilidad hay que decir mucho. Compartir conocimiento es una de las acciones más extendidas entre las comunidades autónomas, con objeto de ganar eficiencia en sus decisiones. Aunque poco sabemos de cómo acabará la financiación sanitaria, mientras se debate sobre los criterios de reparto y sobre qué hacer con las regiones más pobres —o menos ricas— se sigue pensando que las transferencias han proporcionado más cercanía a la gestión y la sociedad se ha beneficiado de ello. El potencial inconveniente está en que el gasto presupuestado para 2010 por habitante oscila entre 1.088 euros y 1.631 euros, en función de cada autonomía, una media de 1.292 euros. La diferencia es el defecto o la virtud de un sistema que permite que las comunidades autónomas decidan. ¿Dónde está el límite?
Éstas quieren opinar sobre la fijación del precio, y lo dicen en casi todas las Comisiones de Farmacia del Interterritorial. Dicen que el ministerio aclara las aprobaciones y da explicaciones, pero eso no les basta: quieren ser parte de la decisión. Mientras, proliferan los consejos asesores de farmacia autonómicos (Andalucía, Madrid, Aragón) y otras autonomías los lanzarán en breve. En otras, se realizan esfuerzos por calcular el impacto económico de las nuevas aprobaciones. Las finanzas marcan la pauta.