Las farmacias han seguido este año su deambular por la cuerda floja de la viabilidad de sus negocios. Un problema que se remonta a años atrás, pero que en 2012 se ha complicado. Así, si 2010 fue catalogado por el sector como el año de los decretazos en materia farmacéutica, tras aprobarse los RDL 4/2010 y 8/2010, y en 2011 se cerró el ejercicio con once comunidades que adeudaban parte de las facturas farmacéuticas a estos establecimientos, durante 2012 esta situación se ha agravado en algunas comunidades hasta límites difíciles de soportar por estos establecimientos sanitarios.
Una situación que en el último año ha tenido un nombre propio, la Comunidad Valenciana, en la que se ha producido un hecho histórico: un cierre patronal que se prolongó durante cuatro semanas. Una medida de presión adoptada el 5 de noviembre por los farmacéuticos de esta comunidad para protestar contra unos impagos que se prolongan en el tiempo y que han llegado a superar los 500 millones de euros de deuda.
Sin embargo, esta acción de protesta protagonizada por las farmacias valencianas, que fue abandonada el 29 de noviembre tras aceptar el plan de pago aprobado por la Generalitat, que debería normalizar los mismos a partir del mes de marzo, no fue una ‘rara avis’ dentro de este sector durante 2012. Así, si el 11 de agosto de 2011 fue un día histórico para las oficinas de farmacia españolas, al darse el primer cierre patronal de su historia en Castilla-La Mancha, también como protesta por lo impagos a los que estaban sometidas las boticas de esta comunidad, en 2012 estos cierres han sido una tónica común.
En este sentido, destaca que las boticas valencianas cerraron 2011 con tres días, el 19, 20 y 21 de diciembre, como medida de protesta ante los impagos, situación que volvió a repetirse en junio de 2012 por el mismo motivo. Eso sí, la Comunidad Valenciana no ha sido la única región española en la que el colectivo farmacéutico protestó de esta forma por las deudas contraídas con ellos por las administraciones públicas.
Los boticarios catalanes acordaron el cierre de sus establecimientos el 25 de octubre como medida de protesta ante los impagos de la Generalitat en la factura farmacéutica, que en esa fecha sumaba unos 180 millones de euros correspondientes a los meses de julio y agosto. Un cierre histórico en Cataluña que fue seguido por más de un 80 por ciento de estos establecimientos sanitarios catalanes.
Sobre este particular, resalta que si las deudas de 2011 se lograron subsanar en casi todas las comunidades a través del plan de pago a proveedores a cargo de los fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), en 2012 el gran protagonista fue el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), una herramienta de financiación sobre la que se sustentan muchos planes de pago a las boticas de cara a 2013. Así, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia, Canarias o Baleares han echado mano a esta herramienta de financiación para hacer frente a los pagos de la factura farmacéutica.
Más allá de los impagos
Sin embargo, y a pesar de que los impagos han centrado la actualidad de las farmacias en 2012, ha habido otros asuntos que durante el último año han repercutido en el colectivo farmacéutico. Entre ellos, por ejemplo, la implantación de la tasa del euro por receta en Cataluña, que en 2013 estará también en vigor en Madrid, un impuesto contra el que protestaron los farmacéuticos por estimar que se les coloca “como recaudadores y no como sanitarios”, además de provocar una reducción de la demanda.
Al mismo tiempo, el establecimiento de un nuevo copago farmacéutico, tras la aprobarse el RDL 16/2012, significó durante 2012 un “trabajo adicional” para un colectivo al que también le afectaron las modificaciones del sistema de precios de referencia recogidas en este RDL, sobre todo a la hora de gestionar sus stocks. Igualmente, la desfinanciación que recoge este RDL ha reducido en un 50 por ciento la cuota en mercado de valores de estos fármacos.