La prevención y el tratamiento de la malaria es uno de los principales objetivos de la farmacéutica británica

Andrew Witty mantiene su intención de dar un giro radical al modelo de negocio de la compañía

| 2010-01-22T16:27:00+01:00 h |

redacción

Nueva York

El acceso a los medicamentos por parte de los países con menos recursos se ha convertido en uno de los objetivos principales de la farmacéutica británica Glaxo-SmithKline (GSK). Su CEO, Andrew Witty, anunció una serie de medidas “más flexibles” y confirmó que “desde que asumí la responsabilidad de GSK me he centrado en cambiar el modelo de negocio de la compañía, de tal manera que logremos mejorar nuestro rendimiento”. De esta manera, la estrategia de GSK para convertirse en “catalizador del cambio” comienza a tomar forma y uno de sus puntos de mira ha quedado fijado en la malaria.

Como confirmó el propio Witty, en los últimos siete años, la Unión para Medicinas contra la Malaria (MMV por sus siglas en inglés) ha invertido grandes cantidades de recursos financieros humanos y de propiedad intelectual en el acuerdo que tiene con GSK, de manera que se puedan desarrollar nuevos e innovadores tratamientos contra la malaria”. Continuando en esa línea, GSK hará accesible de manera gratuita el listado y las propiedades de los 13.500 principios activos que tiene en su vademécum y que son eficaces para combatir la malaria. La intención de la compañía británica es fomentar la investigación de fármacos que sean mucho más accesibles en los países más pobres y que se ven claramente afectados por la malaria. Además, la vacuna RTS’S, la más efectiva en la prevención de esta enfermedad, se encuentra siendo investigada en siete países de África.

Por otro lado, GSK abrirá un Open Lab a 60 científicos de todo el mundo, que podrán aprovecharse de sus instalaciones en el Parque Tecnológico de Tres Cantos (Madrid). Estos científicos dispondrán de la infraestructura y conocimientos de GSK.

GSK crecerá un 10% en los países emergentes asiáticos

GSK mantiene su apuesta de crecimiento en los países emergentes del continente asiático. Para 2010 prevé un crecimiento del 10 por ciento en esa zona, en la línea del logrado en 2009, que alcanzó el 9 por ciento. Ello se debe, en gran parte, al considerable recorte de precios que ha llevado a cabo en países como Camboya, Papua Nueva Guinea o Indonesia, con la intención de que las ventas en Asia ganen peso con respecto a las de Estados Unidos.

En declaraciones a Bloomberg, el director de la región asiática de GSK, Christophe Weber, aseguró que “la educación de los pacientes es muy importante”. Por ello, la farmacéutica británica reinvierte el 20 por ciento de sus beneficios en el continente asiático en la mejora de las infraestructuras sanitarias.