El Ministerio de Sanidad está dispuesto a hacer todo lo necesario para que la factura farmacéutica, lejos de subir, a ser posible, baje. Por ese motivo va a endurecer las condiciones de financiación de medicamentos abocando a gran parte de las novedades terapéuticas que quieran ser financiadas a establecer procedimientos poco utilizados hasta el momento, pero que a buen seguro serán potenciados en los próximos tiempos. Se trata principalmente de los contratos de riesgo compartido y del uso tutelado de técnicas, procedimientos y tecnologías sanitarias.
Precisamente, sobre este último hay muy poca información y desconocimiento dentro del sector pero, según ha podido saber EG, además de un programa sobre el tratamiento quirúrgico de la lipoatrofia facial asociada a VIH-Sida, se ha iniciado el estudio previo para poner en marcha un procedimiento de uso tutelado con medicamentos. En concreto, Sanidad estaría buscando utilizar este procedimiento con Eptadone, una metadona industrial comercializada por Gebro Pharma.
El objetivo sería evaluar el impacto de esta especialidad frente a la fórmula magistral de metadona en un proceso complejo, como son los Programas de Mantenimiento con Metadona, con los que se trata a más de 80.000 pacientes drogodependientes en España.
Aunque la compañía asegura desconocer los detalles de lo que supondría entrar a formar parte de un uso tutelado, ha empezado a diseñar un proyecto de este tipo para llegar a un acuerdo con Sanidad. El objetivo sería poner de manifiesto las ventajas de su formulación frente a la opción financiada en la actualidad. Gebro quiere aprovechar los resultados obtenidos en un estudio que ha realizado en cuatro comunidades autónomas, según el cual existe una gran variabilidad en el proceso de elaboración y dispensación de metadona.
El problema que se encontró la compañía es que su producto no se encuentra financiado porque la administración confía en la formulación magistral y tiene la percepción de que esta tiene un bajo coste. La única oportunidad que tiene Gebro para demostrar las ventajas de su producto y, por tanto, que se reconsidere la decisión sobre la financiación de Eptadone es la realización de un estudio que permita, en condiciones de uso habitual, aunque controladas, confirmar el valor incremental de la presentación industrial frente a la magistral.
Muchos más en el futuro
Este caso, lejos de ser algo exótico y aislado, podría constituir para Sanidad un verdadero proyecto piloto para su generalización posterior. Y es que, según ha podido saber EG, la propuesta realizada a Gebro podría haber sido repetida a diferentes compañías en los últimos meses para la modificación de condiciones de uso o exclusión de técnicas, tecnologías y procedimientos en la cartera de servicios comunes del SNS.
No obstante, una de las limitaciones que podría tener el uso extensivo de este nuevo procedimiento podría ser la financiación. Según la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del SNS y el RD 207/2010 que regula el uso tutelado, los costes de la puesta en marcha de estos procedimientos serían sufragados por el Fondo de Cohesión Sanitaria. Un fondo que para 2012 solo tiene una cuantía de 93,3 millones de euros para la financiación de todas las situaciones y servicios que tendría encomendadas.
No obstante, la generalización del procedimiento también toparía con numerosas limitaciones motivadas por el procedimiento de autorización. Los usos tutelados son aprobados por el Consejo Interterritorial a propuesta del Ministerio de Sanidad o las comunidades autónomas. Se requiere la designación de un órgano evaluador de tecnologías sanitarias tutelador, así como la realización de un protocolo que regirá todo el estudio así como un procedimiento de seguimiento e informe para poder tomar las decisiones finales de financiación.