| viernes, 29 de junio de 2012 h |

Para el Ministerio de Sanidad no había lugar a dudas. Tras pasar a las comunidades autónomas las bases de datos cruzados del Sistema Nacional de Salud y de Hacienda, el nuevo modelo de aportación farmacéutica ya estaba preparado para aplicarse desde el 1 de julio. Cataluña, que estos meses ha tenido trabajo doble, pues ha tenido que adaptar sus sistemas al euro con receta, no lo tenía tan claro. Su consejero de Salud, Boi Ruiz, tras acusar al Ministerio de querer construir un sistema “pedestre” sin garantías de ninguna clase, amagó antes del Interterritorial con aplicar una moratoria para el nuevo copago, que Mato trató de frenar durante el Consejo Interterritorial. Sin embargo, finalmente, Ruiz se salió con la suya y estableció un sistema para ‘aplazar’ su implantación hasta octubre.