La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha instado a tomar “con cautela” los datos sobre el gasto farmacéutico correspondientes al mes de julio hechos públicos por Sanidad, que revelan un descenso de casi el 24 por ciento respecto a las cifras del mismo mes obtenidas en 2011. Para la patronal, la fuerte contención de julio, primer mes de aplicación del copago farmacéutico por renta, no debe valorarse aisladamente “y sí teniendo en cuenta el efecto de acumulación de medicamentos por parte de la población durante el mes de junio para adelantarse a las medidas anunciadas por el Gobierno y plasmadas en el RDL 16/2012”. En la explicación de la reducción de la factura farmacéutica experimentada en julio se sumarían otros factores como el periodo vacacional (época de menor retirada de recetas) o las mayores aportaciones de los pacientes tras el nuevo copago.
Para obtener un análisis más real de la situación, el Observatorio del Medicamento de FEFE ha realizado una media de los meses de junio y julio de los años 2011 y 2012, frente al análisis de periodos únicamente mensuales que habitualmente lleva a cabo este órgano. Los resultados deparan que el impacto inmediato sobre la demanda que parece mostrar el RDL 16/2012 puede cifrarse en una reducción del 2 por ciento.
Espejos en los que mirarse
A este respecto, la patronal recuerda que la experiencia en otros países donde se han impuesto copagos de forma general indica que la demanda se estabiliza y vuelve a crecer pasado un cierto periodo de tiempo. En el análisis nacional, las previsiones a corto plazo del observatorio indican que en agosto puede continuar la fuerte contención en el número de recetas y el gasto, mientras que ya en septiembre la situación tenderá a normalizarse.
En todo caso, las previsiones de FEFE señalan que las medidas del RDL 16/2012, unidas a las de los RDL 4/2010 y 8/2010, provocarán un descenso en el consumo de medicamentos en torno al 10 por ciento a final de año, así como una reducción del número de recetas del 3 por ciento. A juicio de FEFE, este descenso de recetas puede ser la verdadera medida del impacto sobre la demanda de las decisiones en materia farmacéutica adoptadas por el Gobierno en los últimos meses.