a.c.
Madrid
La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) remitió al Ministerio de Sanidad sus alegaciones al proyecto de dispensación de fármacos en dosis unitarias, y en ellas critica con dureza los cabos sueltos que todavía contiene la iniciativa. De este modo, en 15 folios de argumentaciones, solicitan a la ministra Leire Pajín que “proceda a retirar” esta resolución por tener “fines políticos y no sanitarios”.
Más allá de la exposición de dudas legales, FEFE se centra en aludir a las consecuencias que la normativa tendrá para las farmacias. Así, tal y como se observó en una experiencia semejante efectuada en 2003, la patronal denuncia que las labores de fraccionamiento de envases desde las boticas obliga a invertir “el triple de tiempo respecto a una dispensación normal y nueve horas más de gestión”. Un tiempo que podría ser mayor y que supondría “una necesidad mayor de personal especializado” en estos locales.
En opinión de FEFE, los costes que la unidosis acarrearía para las farmacias “tienen que ser contemplados en este nuevo proyecto”. Incluso en sus alegaciones requieren a Sanidad que especifique “si el ahorro de 300 millones de euros previsto se obtiene por una disminución en el número de dispensaciones o por traslación de costes a los agentes del sector, como pueden ser las boticas”.
Por otra parte, al igual que FEFE, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) también remitió el pasado 22 de diciembre a Sanidad sus alegaciones. En ellas, vuelve a apostar por que sean los laboratorios quienes ajusten las dosis. No obstante, si se mantiene la idea de que sean las farmacias las encargadas de fraccionar envases, Sefac alega que esta práctica “incluya unos honorarios por la preparación, como ocurre con las fórmulas magistrales”, tal y como confirmó su presidenta, María Jesús Rodríguez.