Redacción
Madrid
Las biofarmacéuticas americanas tienen en la enfermedad de Alzheimer una de sus principales áreas de investigación, ya que, según un estudio de la patronal americana de farmacéuticas innovadoras, Phrma, actualmente desarrollan 98 moléculas destinadas a la prevención y al tratamiento de esta patología y sus derivados. En total, son 79 los fármacos que son investigados para tratar el alzhéimer, mientras que otros 18 están destinados a paliar desórdenes cognitivos. Asimismo, existen dos moléculas en desarrollo para el tratamiento de las demencias y otros cinco para el diagnóstico de estas patologías.
Esta área terapéutica se ha convertido en una cruzada para la industria farmacéutica del país, mucho más si se tiene en cuenta la incidencia que la enfermedad tiene en la población estadounidense, de la que cinco millones de personas sufren esta patología. Y las previsiones no mejoran la situación. Según la Asociación de Alzhéimer estadounidense, en 2050 el número de afectados por la enfermedad podría alcanzar los 13,5 millones. Una cifra que podría reducirse considerablemente si alguno de los casi cien fármacos en desarrollo demuestra eficacia y seguridad y logra salir al mercado.
Ahorro para el sistema
Sin embargo, la llegada de una nueva opción terapéutica no es el único aliciente que lleva a las compañías biofarmacéuticas a volcarse en esta área. Aunque actualmente únicamente existen cinco medicamentos en el mercado para la reducción de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, el importante ahorro que producirían los avances en esta patología para el sistema sanitario estadounidense anima a las biofarmacéuticas del país a continuar las investigaciones.
Según la patronal americana, los costes derivados de la enfermedad de Alzheimer suponen al sistema sanitario un desembolso anual de 172.000 millones de dólares. Una cifra que, en 2050, podría llegar a superar el billón de dólares en costes asociados a la enfermedad. Y todo ello sin tener en cuenta el número de familiares que se ven afectados indirectamente por la enfermedad, que emplean alrededor de 12.000 millones de horas al año en los cuidados de estos enfermos.