Carlos Arganda
Madrid
Cada vez que se publican los datos sobre el mercado de los medicamentos publicitarios (MP) en Europa, la distancia que separa a nuestro país del resto de los del Viejo Continente se hace mayor. Así ha pasado, de nuevo, con los datos que sobre el mercado del autocuidado ha hecho públicos la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado (Aesgp), unas estadísticas que muestran cómo España se sitúa muy lejos del lugar que le corresponde en lo que a consumo de medicamentos para el autocuidado se refiere.
Según estos datos, España tiene el consumo anual per cápita más bajo de toda Europa, con cifras que en 2008 se situaban en 14,50 euros por persona. Muy lejos de los 35,90 euros que, de media, se consumen en toda Europa. Y cinco veces menos que lo que consumen los ciudadanos suizos (77,79 euros) o irlandeses (75,30 euros por persona), países en los que el mercado de los MP es más importante.
Pero lo peor no es que la situación de partida sea mala, lo más grave es que la situación no se corrige, y más si se tiene en cuenta que se trata de un mercado con mucho potencial de crecimiento. Al contrario de lo que debería suceder en un mercado poco desarrollado, como el español, las ventas de medicamentos para el autocuidado en nuestro país se han incrementado en una cifra similar a la media de toda Europa. Este hecho ha dado como consecuencia que la distancia desde el vagón de cola en el que nos hemos convertido hasta el segundo en el ranking haya crecido de manera considerable. Así, el mercado per cápita de MP en Bulgaria en 2006 se situaba en los 16,96 euros, sólo 3,31 euros más que en España. No obstante, en 2008 alcanzó los 25,24 euros, es decir, 10,74 euros más que en nuestro país, tras haber experimentado un crecimiento en sólo dos años del 48,84 por ciento.
Este incremento tan importante registrado en Bulgaria ha hecho que el segundo por la cola, tras España, sea nuestro vecino Portugal. Un país en el que el mercado de los publicitarios se encuentra estancado, ya que únicamente ha crecido en dos años un 0,9 por ciento, a pesar de los cambios legislativos que han tenido lugar. Esto da como resultado, entre otras cosas, a la salida de los medicamentos publicitarios de las farmacias.
Porcentaje del gasto total
El mercado de los medicamentos sin receta tiene una importancia muy variable en función de los países, especialmente por el grado de universalidad de las prestaciones, los precios de las terapias, así como los presupuestos de los sistemas nacionales de salud. De este modo, en países del este de Europa, como Bulgaria, Rusia, Polonia, República Checa o Rumanía, los medicamentos para el autocuidado suponen más del 20 por ciento del mercado farmacéutico total, y llegan en algunos casos, como en Rusia, a superar el 31,5 por ciento.
Por su parte, en los países más avanzados, con la excepción de España, el mercado de los medicamentos sin receta supone entre un 10 y un 15 por ciento del mercado farmacéutico, cifras en las que se mueven países como Alemania, Holanda, Irlanda o el Reino Unido, además de la propia media de Europa. En el caso de nuestro país el mercado de los publicitarios registra un irrisorio 4,5 por ciento del mercado farmacéutico total, lo que hace que, de nuevo, España se sitúe también a la cola de Europa en este parámetro.
Una gran distancia que también se refleja al analizar el peso de nuestro país sobre el gasto total a nivel europeo. De este modo, si se excluye únicamente el consumo hospitalario, el gasto total en medicamentos en España en los últimos años se sitúa próximo al 7,3 por ciento del gasto registrado en Europa. Pero cuando se analiza el peso de nuestro país en el mercado europeo de publicitarios se comprueba claramente que la posición de España no es la que corresponde a un país de las características del nuestro. El mercado español de medicamentos para el autocuidado no representa más del 2,8 por ciento del mercado de los MP a nivel europeo, casi tres veces menos que el que nos correspondería.
Superados por Bélgica
Este hecho da como resultado que España, a pesar de ser el quinto mayor mercado farmacéutico europeo tras Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, en lo que se refiere al mercado de los medicamentos para el autocuidado, se encuentra en el octavo lugar de este ranking, siendo superados por Rusia, Polonia e incluso Bélgica, a pesar de que cuenta con la cuarta parte de población que nuestro país.
Por otro lado, del análisis de los datos ofrecidos por la Aesgp se observa una gran diferencia entre países en lo que se refiere a la comparativa entre el mercado de medicamentos sin receta y el que se considera mercado del autocuidado de la salud. Mientras que hay 15 países, entre los que se encuentran gran parte de los de Europa del Este además de Bélgica, Grecia, Noruega o Suecia, que asimilan ambos mercados, hay otros diez que, en mayor o menor medida, realizan diferenciaciones entre los mismos.
Entre ellos, cómo no, se encuentra España, donde sólo el 55 por ciento del mercado sin receta es considerado como de autocuidado. No obstante, en este ranking, no somos la cola del pelotón, ya que tras nosotros viaja Francia, país en el que sólo el 36 por ciento de las ventas correspondientes a medicamentos que no requieren receta se deben al grupo de fármacos para autocuidado.
Estancamiento del mercado
El análisis del mercado realizado por la Aesgp también permite observar el comportamiento general de este sector. Así, se ha observado una importante ralentización del crecimiento a lo largo del último año, ya que se ha pasado de un crecimiento del 6,07 por ciento para toda Europa en 2007, a que en 2008, el crecimiento registrado fuera de sólo el 3,21 por ciento.
En este campo destaca la pérdida de ventas sufridas por el área de respiratorio, que se vieron reducidas en este último año un 0,43 por ciento, frente al crecimiento del 10,76 por ciento registrado en 2007. Esta reducción ha lastrado a todo el mercado de los medicamentos para el autocuidado ya que el área de respiratorio supone un 23 por ciento de las ventas totales de medicamentos publicitarios.
Aunque es el único caso de reducción de mercado, la mayoría de las áreas terapéuticas en las que existen medicamentos sin receta también redujeron su ritmo de crecimiento, como es el caso de los analgésicos, que pasaron de crecer al 11,27 por ciento a hacerlo al 5,8 por ciento. O los productos de la piel, que pasaron de un crecimiento del 4,82 por ciento al 2,33 por ciento. La excepción ha sido la de los fármacos para los trastornos digestivos, que pasaron de un crecimiento del 1,01 por ciento en 2007 a un 7,6 por ciento en 2008.
…y sigue, un año más, en el vagón
de cola del autocuidado
En junio de 2007 EG publicó los datos correspondientes a 2006 que facilitó la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado (Aesgp), en la que se veía la mala posición de España respecto al resto de Europa en materia de autocuidado y consumo de medicamentos publicitarios (ver EG núm. 344). Esa situación no sólo no ha cambiado sino que la brecha se ha hecho más grande todavía.
En aquel momento, estaba en proceso de elaboración el Real Decreto de Autorización y Registro que iba a regular aspectos de gran importancia para el mercado de los medicamentos sin receta. Aunque en junio de 2007 la redacción conocida del mismo no auguraba buenas perspectivas para el sector, el texto finalmente aprobado sí fue del agrado de los fabricantes de medicamentos publicitarios. A pesar de esa euforia inicial tras ver el texto definitivo, el RD 1345/2007, el día a día ha permitido observar que la aplicación de lo recogido en los textos legales no ha sido la que hubieran deseado los fabricantes, ni siquiera la que el legislador parecía haber querido plasmar en el texto. El resultado de esa aplicación a medias, en la que manda más la costumbre que la ley, es claro y evidente: España sigue, un año más, en el vagón de cola del autocuidado en Europa.
Mucho ha cambiado el mercado de los publicitarios desde 2007. En estos últimos años se ha aprobado el primer medicamento sin receta por medio de procedimiento centralizado, un hecho que avanzó el director ejecutivo de la EMEA, Thomas Lönngrenn, en la reunión de la Aesgp en la que se dieron a conocer los datos de 2006. Además, la Comisión Europea ha reiterado en numerosas ocasiones la imposibilidad de que los Estados miembro establezcan controles adicionales para la autorización de publicidad dirigida al público de medicamentos sin receta. De poco o nada ha servido, España sigue donde siempre, a la cola del autocuidado europeo.