El control de Internet es el último paso para aprobar la directiva de falsificados

Según la directora de la Aemps las conversaciones se iniciarán el 2 de junio

| 2010-05-28T16:25:00+02:00 h |

manuel rico

Madrid

La presidencia española de la Unión Europea ha sido el escenario idóneo para que la directiva de medicamentos falsificados llegue a la recta final de su aprobación. Y es que, tal y como aseguró la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), Cristina Avendaño, cuando “se planteó el calendario de la presidencia española, se decidió priorizar farmacovigilancia y medicamentos falsificados” dentro del paquete farmacéutico, aunque sin dejar de lado el desarrollo de la directiva y reglamento de información a pacientes.

De esta manera, las reuniones mantenidas para sacar adelante la legislación europea de farmacovigilancia han permitido, según ella, “avanzar bastante”. Además, en lo que a la directiva de medicamentos falsos se refiere, Avendaño anunció que ya hay fecha para empezar las conversaciones: el 2 de junio. Las mayores complicaciones para que el texto sea aprobado llegan del lado del control de Internet, un elemento que apareció en las enmiendas del Europarlamento y que, si se soluciona, quedará “cerca la aprobación” del propio Parlamento y del Consejo.

Otro de los elementos sobre los que se debe lograr un consenso es el que aparece en otra enmienda del Parlamento Europeo, en la que se plantea aplicar sanciones equivalentes al narcotráfico a los que incumplan la directiva de medicamentos falsificados. En este sentido, Avendaño destacó que se trataría de “empresas que no tocan el medicamento, sino que comercian con el medicamento”.

Sin embargo, se mantienen las especulaciones sobre qué medicamentos, en sus distintos estatus, deberán formar parte de esta directiva. A este respecto, la directora de la Aemps dejó caer que “deben estar sometidos a dispositivos de seguridad aquellos que tienen el riesgo de ser falsificados, no necesariamente los que exigen receta”. La aparición de medicamentos susceptibles de hacer publicidad de un coste más elevado de lo habitual ha hecho plantearse a las autoridades europeas la necesidad de evaluar la eficacia del sistema en los medicamentos publicitarios.