lara MURGA
Madrid
El pasado 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad con la que conviven cerca de 250 millones de personas. Un día que sirvió para incidir en la necesidad de establecer políticas de prevención, atención y tratamiento a estos enfermos, tal y como precisa el presidente de la FED, Ricardo García Mayor.
Pregunta. Se ha generado polémica con el tema de las tiras reactivas. ¿Qué consecuencias puede tener para un diabético la restricción de marcas de tiras reactivas?
Respuesta. Puede ser que si a un paciente acostumbrado a un aparato, que a veces no es fácil de manejar, le quitan una determinada marca le cree una gran distorsión. Sobre todo si son personas mayores que tienen que acostumbrarse a distintos tipos de máquinas y cada máquina tiene sus peculiaridades. Otro problema es que esto entra en conflicto con la práctica sanitaria. El prescriptor no da arbitrariamente cualquier producto, sino el que mejor se ajusta a las necesidades del paciente. Fundamentalmente, la restricción de tiras es incómoda y molesta para el paciente.
P. ¿Hay diferencias en las distintas comunidades autónomas?
R. Es fundamental que se puedan vender todas las marcas en las farmacias, porque como no son iguales cada una se puede ajustar a un perfil de paciente mejor que otra. Las principales diferencias entre comunidades se encuentran en la adquisición. Sólo en Galicia, Canarias, Comunidad Valenciana y Andalucía, los pacientes pueden adquirir afortunadamente las tiras en las oficinas de farmacia, al lado de su casa. Mientras que en el resto, los pacientes tienen que ir a un lugar y una hora determinadas. Ese desplazamiento supone una incomodidad para el paciente.
P. ¿Qué tipo de solución propone la FED?
R. La solución sería que estas comunidades respeten la comodidad del paciente. No hay ningún argumento para que unos hagan una cosa y otros otra. El precio no es un argumento suficiente para hacer este tipo de cosas que molestan al paciente.
P. ¿Qué papel tiene que jugar la Administración central y las autonómicas en este asunto?
R. La responsabilidad es de las comunidades, porque la Administración central prácticamente no tiene competencias.
P. El 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Diabetes. ¿Qué importancia tiene esta cita para estos enfermos?
R. Sobre todo sirve para sensibilizar a la población de esta problemática, de que hay un colectivo muy grande, casi tres millones de españoles, que sufren una enfermedad. Unos síntomas que más o menos hay que conocer para no crear discriminaciones, porque ignorarlo crea discriminaciones que hacen sufrir a los pacientes.
P. ¿Qué tipo de discriminaciones se crean?
R. Se dan en muchos casos. Por ejemplo, al firmar un contrato con una empresa, al renovar el carné de conducir… Otro ejemplo es el de los niños diabéticos que no se pueden matricular en un colegio porque los profesores no quieren hacerse responsables de algo que desconocen. Por eso, el mensaje de este año, como el del año pasado, está centrado en la infancia, porque es un problema que afecta a los niños en distintas etapas de desarrollo y a veces se lesionan los intereses de este colectivo tan vulnerable.
P. ¿Ése será el principal mensaje de este año?
R. Sí, fundamentalmente el tema de los niños en el colegio. Como estrategia no se puede hacer todo, preferimos hacer mensajes concretos y, si se soluciona esto, ya se irá solucionando el resto. Lo más urgente sería el asunto de la infancia.
P. ¿Cómo es la situación del tratamiento de la diabetes en España en comparación con el resto de los países europeos?
R. Es perfectamente equiparable, teniendo en cuenta que el tratamiento se basa en modificaciones del estilo de vida: alimentación, ejercicio físico y educación. Es imprescindible la educación para tener un personal cualificado. Otra de nuestras reivindicaciones para el futuro es que se acredite al personal que se dedica a la educación diabetológica, fundamentalmente enfermeras, para que se reconozca su trabajo. Eso todavía no existe en España. Por ejemplo, una enfermera puede estar ocupando un puesto determinado y pueden cambiarla a otro sitio y poner en su lugar a otra persona que no está entrenada para eso.
P. En el tratamiento, ¿es necesario realizar un esfuerzo e incrementar la inversión?
R. No es cuestión de incrementar, sino de armonizar y racionalizar. Yo supongo que la Administración sabe lo que tiene que hacer, pero tienen que cambiar la prioridad de las cosas, más en la prevención que en el tratamiento de las complicaciones. Nosotros sólo pedimos que la distribución sea más racional.
P. ¿Cómo valora el papel de las farmacias en la prevención y el diagnóstico precoz?
R. Tanto las farmacias como todos los involucrados en el sector de la salud desempeñan un papel muy importante. En esto no sobra nadie y mucho menos las farmacias, que están muy cerca de los pacientes. Es la vía de contacto natural con la población que padece esta enfermedad.
P. ¿Qué supone el autoanálisis de glucosa?
R. Es básico para el control del paciente.