Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3
Nos sorprende que al final de su presidencia en Farmaindustria Jesús Acebillo arremeta contra el Gobierno. Sus palabras reconfortan, pero llegan tarde. Ha dicho, sin cortarse un pelo, que “el Gobierno ha hundido el sector”. Y también que “los laboratorios vendemos, no nos pagan y encima nos piden descuentos”. Lo hizo el otro día en su ofensiva mediática cuando analizaba la quiebra del sector.
Está bien que se diga la verdad, aunque sea tarde, pero mucho me temo que en este caso ha sido demasiado tarde. No comprendo cómo una de las personas más inteligentes que he conocido, dotada de una visión de la macroeconomía fuera de lo común, me refiero a la que transita por nuestro sector, y en cambio no le hemos oído ningún atisbo de realismo ni aldabonazo certero sobre este hecho tan notable de nuestra situación hasta estos días en que deja la presidencia.
Coincide este asunto con la publicación en algunos medios especializados con la propuesta por unanimidad por el grupo español de compañías asociadas a Farmaindustria del consejero y director general del Grupo Ferrer, Jordi Ramentol Massana. Esta nueva situación le permitirá ser elegido como próximo presidente de la patronal de la industria más innovadora radicada en nuestro país. Tal y como prevén los estatutos de Farmaindustria, en este mes tendrá lugar la renovación de la Junta directiva y del Consejo de gobierno, así como sus correspondientes cargos, ya que se han cumplido dos años desde la última renovación de la cúpula de la asociación, que eligió entonces a Acebillo como presidente. Dos años de Ramentol Massana que pueden ser sonoros, puesto que, y perdónenme la ironía, no se puede tener mejor apellido para la industria de la pócima y el medicamento.
Le deseamos lo mejor a Acebillo, para que su progreso personal y el de su compañía Novartis toquen la excelencia acompasándose en el camino mutuamente. Pero permítanme que ponga todas mis ilusiones en Ramentol Massana, que en su segundo apellido saludable también contiene valores topográficos coincidentes con los de mi pueblo en la isla de Mallorca. Massana es el nombre de una de las fincas más extraordinarias de mi tierra, y que en mi pueblo, junto a otras propias familiares, se corresponden al reparto después de la reconquista de la isla por parte de Jaime I ‘El Conquistador’.
Ramentol Massana tiene otra cualidad que me gusta, y es la de haberse formado en la dirección de Empresas por la Universidad de Colonia en Alemania, y ha tenido el mérito de desarrollar su compañía, el Grupo Ferrer, también en Estados Unidos. En definitiva, estamos ante un pura sangre nacional, arraigado en el sentido común catalán y con la perspectiva de saber coger el relevo de gente tan auténtica y eficaz como Rafael Foguet y asumir la tradición de una compañía que luego ha proyectado internacionalmente. Estamos ante un presidente de apellidos curativos y saludables, tan necesarios para una industria que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).