| viernes, 23 de julio de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Resulta sumamente interesante el trabajo que acabo de leer de Steen Neldam. Este especialista danés indica en este trabajo que los antagonistas de receptores de angiotensina (ARA-II) proporcionan una tolerabilidad superior a la de los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina. Además, precisa Neldam que se están utilizando de manera creciente en el tratamiento de los pacientes. Los ARA-II difieren en sus perfiles farmacológicos, y ello da lugar a diferencias de eficacia. En consecuencia, la elección de un determinado ARA-II debe basarse en la evidencia y debe estar en relación con las necesidades específicas del paciente individual.

En los pacientes con hipertensión pero con un riesgo adicional bajo es apropiado un ARA-II que proporcione reducciones de la presión arterial durante las 24 horas, de forma potente y sostenida. Por su parte, en los pacientes con un riesgo adicional muy elevado (con insuficiencia cardiaca), la opción preferida es un ARA-II con eficacia demostrada en esa población de pacientes.

En los casos de aumento del riesgo, telmisartán debe ser el ARA-II de elección, según los resultados del ensayo Ongoing Telmisartan Alone and in Combination with Ramipril Global End Point Trial (Ontarget), que puso de manifiesto por primera vez que un ARA-II proporciona una protección equivalente a la del inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina de referencia pero con un mejor perfil de efectos adversos, en un amplio estudio transversal de pacientes en riesgo.

En los pacientes con una hipertensión no complicada, la elección de un ARA-II puede basarse solamente en su capacidad de obtener un control efectivo y sostenido de la presión arterial. Dado que existen diferencias demostrables entre los ARA-II en cuanto a la reducción de la presión arterial y la protección de los órganos independiente de la presión arterial, no puede darse por supuesto que los resultados obtenidos en estudios amplios con variables de valoración clínicas sean aplicables a todos los ARA-II como clase.

Por consiguiente, en los pacientes hipertensos que presentan un riesgo de sufrir algún tipo de episodios cardiovasculares, la opción preferida debe ser un ARA-II con una eficacia protectora cardiovascular demostrada en esa población de pacientes, puesto que ello aporta el máximo grado de probabilidad de conseguir una reducción del riesgo clínicamente útil. Se ha demostrado que los ARA-II, y en especial valsartán y candesartán, son una alternativa válida a los inhibidores de la ECA en pacientes con insuficiencia cardiaca.

Sin embargo, antes del ensayo Ongoing Telmisartan Alone and in Combination with Ramipril Global End Point Trial, la equivalencia entre ARA-II e inhibidores de la ECA en cuanto a la obtención de una protección cardiovascular estaba todavía por demostrar para una población de pacientes de alto riesgo con factores de riesgo adicionales y comorbilidades (diabetes, IM, ictus y EOAP) representativa de los pacientes de la práctica clínica habitual. Telmisartán es en la actualidad el único ARA-II para el que existe una evidencia clínica de protección cardiovascular equivalente a la de ramipril en un grupo transversal amplio de pacientes de riesgo.