LUCÍA GALLARDO
Bilbao
Una veintena de farmacias del País Vasco comienza este lunes a realizar pruebas rápidas para la detección del VIH/sida, una iniciativa pionera en Europa que permitirá a las cerca de 2.000 personas de esta comunidad autónoma que pueden ser seropositivas averiguarlo a través de una punción y sólo en 15 minutos. Pese a ello, uno de los asuntos que más ha preocupado en la puesta en marcha del proyecto es la preparación de los farmacéuticos para que puedan prestar un servicio de calidad a los ciudadanos que acudan a hacerse la prueba.
Por este motivo, aparte de las cuestiones técnicas sobre cómo realizarla, la formación en torno a los aspectos psicológicos ha sido muy importante. “Una experta en psicología les ha enseñado, a través de la técnica de la simulación de situaciones reales, cómo deben reaccionar ante un resultado positivo”, explica Iñaki Navarro, presidente del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, entidad que ha desarrollado el proyecto junto con el Departamento de Sanidad.
Esta misma inquietud la comparte Marta Pastor, presidenta de la Comisión Antisida de Vizcaya, uno de los dos centros, aparte de las consultas de enfermedades de transmisión sexual del País Vasco, que realiza pruebas rápidas para la detección de la enfermedad. “Nos parece positivo que se amplíe la accesibilidad a la prueba a través de las farmacias, y animamos a los farmacéuticos a que lo hagan”, afirma Pastor, que ha tenido contactos con los farmacéuticos con motivo de esta iniciativa.
Sin embargo, considera necesario “que estén sensibilizados y que no se frivolice el tema porque, aunque nadie duda de su buena intención, siguen existiendo conductas relacionadas con el estigma o la discriminación del VIH/sida y que atañen al terreno de la moral que habría que evitar”, apunta. Según ella, estos profesionales, aparte de contribuir al aumento diagnóstico precoz, no deben perder la oportunidad de realizar una labor de información, sensibilización y prevención del VIH/sida. “No hay que olvidar que el paciente plantea dudas, y que hay que estar bien preparado para atenderle”, dice. El centro que dirige realizó la prueba a 45 personas durante el pasado mes de enero.
Garantizar el anonimato y la privacidad es otro de los aspectos que se han cuidado mucho, de modo que el usuario no deberá dar sus datos personales y la farmacia dispondrá de una sala para la realización del test. Aunque la fiabilidad de la prueba es total, habrá que tener en cuenta el ‘periodo ventana’, es decir, que el test debe hacerse transcurridos tres meses desde haber tenido una práctica de riesgo. Si el resultado es positivo, hay que ratificarlo, acudiendo a uno de los centros recomendados por el farmacéutico.
Pago del servicio
Este servicio es uno de los pocos que la Administración retribuye al farmacéutico, más allá del margen que cobra por el medicamento. La Consejería de Sanidad vasca ha pactado con el Consejo de Farmacéuticos del País Vasco que el farmacéutico perciba 18 euros por cada prueba realizada, mientras que el usuario pagará cinco euros, que cubren el coste del material.
De las 20 farmacias que forman parte del piloto, 12 se encuentran en Vizcaya, 8 en Guipúzcoa y 2 en Álava, y están ubicadas en el medio urbano y en zonas céntricas o cercanas a la población joven, con el fin de hacer más accesible la prueba.
El proyecto estará en marcha hasta el 31 de diciembre y, tras la evaluación de los resultados, se implantará en las farmacias vascas que se acrediten para ofrecer la prueba. También está previsto que farmacias de Cataluña comiencen a ofrecer este servicio, y la idea, en función de los resultados, es ampliarlo a otras comunidades autónomas.