Javier Ellena ha aterrizado ya en la sede de Lilly en Alcobendas. Después de un periplo europeo de dos años y medio en los que ha tenido responsabilidad sobre un grupo de 28 países, regresa a nuestro país como presidente de Lilly España, aunque tendrá bajo su responsabilidad otros países como Portugal y Grecia. Vuelve y se encuentra ante sí muchos cambios para tan poco tiempo, pero hay algunos defectos de la gestión de la prestación farmacéutica que nunca cambian. Y es que, según él, en España la gestión del medicamento “se realiza desde la urgencia desde hace 20 años”.
Es precisamente esa urgencia la que impide hacer las cosas con transparencia, objetividad, participación de todos los actores y con intención de permanencia en el tiempo, como se hace en Reino Unido con el Pharmaceutical Price Regulation Scheme (PPRS). “Hay falta de visión y previsión para gestión de la política farmacéutica”, recalca
Según Ellena, “la falta de transparencia es uno de los problemas más graves que tiene España, además de la fragmentación”, por lo que reclama que los medicamentos sean evaluados “de forma objetiva y científica, con criterios alineados con la FDA y EMA” y siempre con la participación de la industria, “que es la que más conoce al medicamento”. En este sentido, no entiende que desde algunos organismos públicos “una persona en una semana” sea capaz de realizar un informe de evaluación que lleve a “establecer una posición que genera la decisión de uso de un medicamento en una comunidad autónoma”.
La única explicación que llevaría a justificar este comportamiento es que se hace la evaluación con criterios economicistas, pero según Ellena no se valora correctamente lo que aporta el medicamento y se sigue sin ver que “en vez de un gasto es una inversión”. En este sentido recalca que “es una herramienta que permite gestionar a los pacientes” y que las listas de espera “se sostienen porque hay medicamentos”. Además, con su uso se permite que las personas en tratamiento “aporten y contribuyan a la sociedad. Si no se trataran, no contribuirían”, explica.
Pero hoy en día nos encontramos en una situación en la que parece que los decisores sanitarios solo están dispuestos a valorar las innovaciones radicales. Algo que, según Ellena se aleja de la realidad del medicamento. “La historia del medicamento es una historia de innovación marginal”, dice.
Según datos publicados, el 42 por ciento del incremento de la esperanza de vida ante enfermedades mortales en los últimos 50 años se debe al medicamento, argumenta el presidente de Lilly. En este sentido, pone como ejemplo la evolución de la terapéutica en diferentes enfermedades, a pesar de que no han tenido una revolución radical, pero a lo largo de dos o tres décadas se han mejorado mucho los tratamientos, por ejemplo, en VIH o cáncer de mama.
Financiación y gasto
Por ello, no entiende que en los últimos tiempos se esté hablando de financiar solo las grandes innovaciones, tal y como explicó hace dos semanas el subdirector general de Farmacia, Carlos Lens (ver EG núm. 578). En este sentido Ellena ve “insostenible e inaceptable” la falta de agilidad que están mostrando la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) en los últimos meses, dando lugar a retrasos muy significativos en la aprobación de nuevos medicamentos e indicaciones y que solo se hayan celebrado tres en 2012. “No se puede gestionar el gasto farmacéutico con la convocatoria de las CIPM”, dice.
A pesar de todos los cambios y las dificultades con las que se enfrentará a partir de ahora, el presidente de Lilly reconoce que es optimista “porque España tiene mucho talento”. Según él, tienen que trabajar a fondo para llegar a tiempo de salvar a la generación de jóvenes actual, “la más formada de este país en la historia” y conseguir de este modo que “no sea una generación perdida”. Sobre este particular, reconoce que vuelve con “una responsabilidad importante” y que la tarea “no es fácil y demanda energías, así como trabajar mucho y bien con los equipos y hasta una cierta dosis de valentía”.
En cuanto a sus aspiraciones personales, Ellena considera que están cubiertas con esta nueva etapa, tras la oportunidad de aprendizaje que le ha dado estos años anteriores. A este respecto, reconoce que antes de irse en 2010 se hubiera planteado acceder a la presidencia de Farmaindustria, pero ya no. Cuando vuelva a tocar la presidencia del grupo americano en Farmaindustria, que será en 2018, Ellena afirma que “tiene otros planes personales para entonces”.