Se pide que se responda con un “no rotundo” a la idea de obtener precios andaluces

El SAS mete presión al abonar la factura aplicando otra vez las rebajas en pañales

| 2010-11-12T17:36:00+01:00 h |

a. c.

Sevilla

El posible acuerdo para renovar el convenio que une al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y al Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof), que daría luz verde a la puesta en marcha de concursos públicos de precios propios de medicamentos con destino a las farmacias, ha provocado mucho ruido entre los farmacéuticos. Así, tanto colegios de farmacéuticos como patronales de oficinas de farmacia y distribución, critican las intenciones del SAS y solicitan al Cacof “un ejercicio de responsabilidad” con la equidad del SNS, los pacientes y el sector que se traduzca en su negativa a apoyar una iniciativa que califican de “ilegal”.

Por el momento, el Cacof ha transmitido a otras entidades del sector, como a la patronal regional, Ceofa, su oposición a la creación de subastas públicas de fármacos para dotar de exclusividad de prescripción y dispensación del fármaco escogido a cambio de precios más bajos al PVL nacional. Un posicionamiento que el presidente de esta institución, Manuel Arenas, también trasladó la semana pasada a su homóloga en el Consejo General, Carmen Peña, en un encuentro en el que le informó de la “ruptura” de las negociaciones con el SAS. Esto obligaría al departamento que dirige María Jesús Montero a tratar de sacar adelante su propuesta por la vía del decreto autonómico, la más fácil de tumbar en los tribunales, según precisan los expertos.

La propuesta del SAS tiene damnificados. Por un lado, el SNS, cuya equidad se vería rota si se trabajase con distintos precios en los medicamentos. Asimismo, el paciente vería impedido el acceso a su habitual tratamiento si difiere de los fármacos escogidos, el colectivo médico vería limitada la libertad de prescripción, y las propias boticas verían nuevamente mermada su rentabilidad. Por ello, colegios farmacéuticos y patronales sólo ven una solución: un “no rotundo” por parte del Cacof a las intenciones de su consejería.

En este sentido, Fernando Redondo, presidente de la patronal FEFE, es tajante al afirmar que “la gravedad e ilegalidad de la medida es de tal magnitud que nadie debe hacerse cómplice de la misma. Parece ser que el Cacof se va a negar. Si es así, tienen todo nuestro apoyo en la causa”. Con él coincide su homóloga de la patronal Fenofar, Pilar Navajas, que añade que “el Cacof debe saber que hay determinadas líneas que no se pueden traspasar nunca”. Eso sí, Navajas es consciente del chantaje encubierto del SAS que “les ha puesto entre la espada y la pared”. Sin embargo, considera que este momento de dificultad “también se revela una oportunidad para decir basta ya y hacer ver que no todo vale”.

Mientras que las reacciones del sector farmacéutico nacional no se han hecho esperar, no ha ocurrido lo mismo con otros eslabones del sistema sanitario. “No entiendo que no se haya producido ya un clamor general, no sólo de las farmacias sino también desde otras regiones o desde el Ministerio de Sanidad”, denuncia la presidenta de Fenofar. “¿O acaso hay intenciones de subirse al carro si ven que prospera?”, se pregunta.

Por su parte, mientras el Consejo General ha querido mostrarse muy prudente a la hora de valorar la propuesta del SAS y ha señalado que respeta la decisión que adopte la institución autonómica, en este caso el Cacof, la patronal de la distribución, Fedifar, sí ha mostrado su rechazo “a las iniciativas que están surgiendo en diferentes comunidades autónomas, que, nuevamente, buscan frenar el gasto farmacéutico público con medias coyunturales que vuelven a afectar a los agentes de la cadena del medicamento”.

A este respecto, la Junta directiva de la patronal hizo un llamamiento a las comunidades autónomas para que usen el Consejo Interterritorial, órgano de coordinación y cohesión del Sistema Nacional de Salud, y el diálogo con los agentes “para trabajar en medidas que incidan sobre la demanda de medicamentos y mejoren la eficiencia del gasto y que no ataquen de nuevo las economías de las empresas del sector, ya comprometidas con los RDL 4/2010 y 8/2010”.

¿Guerra fría?

Hasta que próximos encuentros entre SAS y Cacof aporten novedades, una especie de guerra fría ronda en el ambiente. Y es que, la estrategia del Cacof es conseguir una fuerte oposición nacional a los planes de su consejería para tratar de impedir que siga adelante con esta propuesta. Por su parte, la Consejería de Sanidad de Andalucía abonó el pasado 10 de noviembre la factura de absorbentes de septiembre con la aplicación del descuento autonómico, además del 20 por ciento nacional, a pesar de que estos organismos remitieron la factura sin aplicarlos (como aconteció con la de agosto, sin que fuese corregida por el SAS).

Cabe recordar que el SAS condicionó la eliminación de estas rebajas regionales a recibir al apoyo a la creación de los concursos públicos, por lo que la aplicación de los descuentos, según indican representantes de la farmacia andaluza, “no deja de ser una medida implícita de presión”.