Las compañías de genéricos han comenzado el año expectantes, a la espera de comprobar cuál es la orientación que la nueva ministra de Sanidad, Ana Mato, va a dar a la política farmacéutica. Teniendo en cuenta la situación de las arcas públicas, ¿apostará el nuevo Gobierno por aumentar la penetración de los genéricos en España para generar ahorro?
Lo cierto es que hasta hace muy poco tiempo en nuestro país no se había impulsado el mercado de los genéricos. España continúa en el vagón de cola en cuanto a proporción de genéricos. Actualmente, la cifra no supera el 20 por ciento, lejos de países como Alemania o Estados Unidos, con tasas de penetración por encima del 75 por ciento.
Esto se debe a que en esos países hay una cultura arraigada que favorece la potenciación de la industria del genérico, dado que es vista como “un actor muy importante para la sostenibilidad del sistema nacional de salud”, asegura José María Piqueras, director general de Kern Pharma. “Aquí, en cambio, lo que se hace es utilizar a esta industria para conseguir rebajas en el resto de los medicamentos. Nos sentimos utilizados”, asegura Piqueras.
Pese a ello, la patronal Aeseg ha mostrado su confianza en que la nueva ministra pueda ser más sensible con el objetivo de desarrollar el medicamento genérico de modo que sirva al mantenimiento de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) central y autonómico.
Las empresas del sector suelen coincidir en que el establecimiento de un marco estable es básico. Sobre todo, porque sin él la mera elaboración de unos presupuestos adecuados se convierte en misión imposible.
Uno de los aspectos de nuestro ordenamiento que atacan directamente al desarrollo del sector de las EFG, por generar un cierto desasosiego, es el sistema de precios de referencia. Según el responsable de Kern, “el SPR lo único que hace es crear inestabilidad en el sector. Las bajadas continuas en los precios generan incertidumbre y la incertidumbre desincentiva la inversión”.
Aeseg, coincide plenamente con esta afirmación y ha criticado en más de una ocasión la manipulación de dicho sistema, al incluir medicamentos que no se comercializan para tirar los precios.
No al solapamiento
Por otro lado, el sector ha pedido también, y en más de una ocasión, que se otorgue una cierta cordura a la reglamentación que afecta al sector, pues todavía existen medidas y disposiciones que se solapan y que dificultan enormemente la actividad de las compañías.
Un ejemplo del desbarajuste que existe actualmente en la política de precios está la posible coincidencia en abril de la entrada en vigor de la nueva orden de precios de referencia con la actualización de precios menores. Las compañías, ante este caos, tienen que buscar sus métodos. En el caso de Kern, lo tienen claro: “Para eludir la confusión hemos tomado la determinación de que el precio menor es el que manda. De lo demás nos estamos olvidando”, aseguran.
Otra fórmula de ahorro que según las compañías hace peligrar la viabilidad de la industria de las EFG es la que se ha aplicado en Andalucía con sus subastas de farmacia. El motivo es el mismo, la falta de estabilidad.
“Las subastas generan inseguridad e incertidumbre y esto supone un freno clarísimo a la inversión empresarial”, según Piqueras. Además, advierte de que las subastas “podrían aportar a la población beneficios a corto plazo”, pero que a la larga puede que generen pérdidas de ingresos para las compañías, lo cual incidirá en la pérdida de tejido empresarial. “Hay que pensar que las ventas de las empresas pueden bajar solo por el hecho de perder un concurso”, recuerda Piqueras.
Además, el director general de Kern advierte de que esta fórmula puede ser manipulada por las grandes corporaciones para imponer su superioridad financiera y deshacerse de las pequeñas compañías de un plumazo.
“Las grandes empresas pueden jugar con su capacidad financiera, dejar los medicamentos a precio de coste, destruir a la competencia y luego dominar el mercado. Eso genera miedo y el miedo es contrario a la competitividad y la productividad”, alerta. La patronal de los genéricos, por su parte, ya ha anunciado que tratará de torpedear las subastas por la vía judicial.
A pesar de lo cruda que se presenta la realidad, el sector espera que con el nuevo Gobierno puedan llegar tiempos mejores. Para empezar, patronal y compañías ya han pedido un marco más estable, el cual pasa, en gran medida por dar una mayor cohesión a la política farmacéutica. “Con el cambio de Gobierno podríamos aprovechar para hacer un pacto a gran escala, con el acuerdo de todas las CC.AA., y otorgar un poco de cohesión al sector. Esto podría producirse en el marco del Consejo Interterritorial”, dice Piqueras.
Algunos agentes del sector ya se han quejado de la incertidumbre que generan el SPR y las subastas andaluzas
La cohesión de la política farmacéutica es una de las claves para ofrecer al sector la estabilidad que pide