Parece que después de algunos años de preocupación por la falta de expectativas de crecimiento, los directivos de los laboratorios farmacéuticos comienzan a ver la luz al final del túnel y prevén una mejora de la rentabilidad de sus compañías entre 2014 y 2015. Una mejora que, según los resultados de la III Pharma Survey de KPMG, en la que han participado 65 directivos de farmacéuticas que operan en España, solo podrá ser alcanzada a base de innovación, ya sea esta propia o en colaboración con otras compañías.
Antes de llegar a esta conclusión, lo que hace la encuesta es identificar las principales preocupaciones de los responsables de los laboratorios. En este sentido, se percibe una cierta inquietud a corto plazo por las dificultades para mantener los márgenes, por los nuevos modelos de establecimiento de precios, por las trabas para la incorporación de la innovación y los retrasos en las aprobaciones.
Inquietudes que, básicamente, se repiten cuando los directivos de la industria son cuestionados por el medio plazo. En este sentido, el 18 por ciento estima que los principales obstáculos podrían venir de un incremento de la presión derivada del entorno regulatorio; un 17 por ciento ve la amenaza en las políticas para el control y la disminución de los precios de venta; y un 16 por ciento entiende que los problemas podrían venir de la competencia de los genéricos. Detrás de estas variables exógenas aparece la falta de nuevos productos en cartera, que parece no preocupar demasiado a las compañías.
Para hacer frente a las incertidumbres, las compañías ya han puesto en marcha sus planes de acción, que se basan, principalmente, en la reducción de costes mediante la simplificación de la estructura orgánica, la redefinición de la estrategia comercial, la redimensión de la fuerza de ventas, así como la externalización de algunos servicios y, con ella, la de algunos costes.
En medio de estas medidas dirigidas a taponar la ‘hemorragia’, aparecen con importancia destacada los acuerdos con otras compañías y el fortalecimiento de las relaciones con la administración, aspecto, este último, que aparece a la cola pero dentro de las principales prioridades de los laboratorios.
Sin embargo, la adopción de acuerdos con otras compañías se entiende como algo crucial, dado que el sector tiene claro que su arma más efectiva para combatir los tiempos convulsos va a ser la innovación. Por este motivo, aparece en tercer lugar cuando los directivos son preguntados por las que, para ellos, serán las palancas de incremento de ingresos. En ese grupo aparece el desarrollo propio de nuevas terapias, que lidera el ranking de medidas, y la diversificación de productos y servicios, algo por lo que ya han apostado muchas compañías.
Tal es la confianza en su capacidad de generar innovación, que el 64 por ciento de los directivos consultados prevén una mejora de la rentabilidad entre 2014 y 2015, pese a que tendrán que lidiar con nuevos elementos como la compra centralizada, que es vista como una herramienta de ahorro que para el 92 por ciento de los encuestados va a generar una disminución de ingresos en el sector farmacéutico.