El proyecto del Gobierno británico permitiría a los médicos lucrarse con estas ventas

Actualmente, en zonas rurales, 5.000 médicos realizan dispensación de fármacos

| 2009-03-29T18:18:00+02:00 h |

redacción

Londres

El Gobierno del Reino Unido ha elaborado un proyecto por el que los médicos podrían vender en sus consultas medicamentos para los que no se requiere receta (OTC). Este proyecto, del que se ha hecho eco The Daily Telegraph, tiene como objetivo permitir que los médicos de atención primaria del Sistema Nacional de Salud (NHS), además de recetar, puedan lucrarse con la venta de estos fármacos OTC.

En este sentido, el diario británico precisa que el proyecto del gobierno de Gordon Brown permitiría también que incluso no fuese necesaria la aprobación formal del facultativo para llevar a cabo esa venta, ya que la misma podría realizarla cualquier personal que trabaje en la consulta médica.

El proyecto, que ha recibido la aprobación de la ministra de Salud británica, Ann Keen, se plasmó tras haberse realizado un examen acerca del impacto que tendría el hecho de que los médicos pudiesen lucrarse con la venta de estos fármacos. Este examen concluyó que se debería permitir la venta de OTC por parte de los médicos a todos aquellos pacientes que no tienen otras alternativas, como el acceso a una oficina de farmacia.

En este sentido, cabe destacar que en la actualidad unos 5.000 médicos, sobre todo en zonas rurales con accesos limitados a oficinas farmacias, dispensan este tipo de medicamentos a más de tres millones de ciudadanos británicos. Eso sí, no pueden hacer lo mismo con medicamentos de venta libre ya que se trata de garantizar que la decisión de recomendar un fármaco se basa sólo en factores clínicos.

La medida prevista ha sido criticada por el portavoz de Salud de la oposición demócrata, Norman Lamb. El paralamentario torie calificó esos planes del gobierno de “peligrosos”, ya que según él podrían “socavar la relación que debe existir entre el médico de familia y el enfermo”.

Lamb consideró que la medida podría resultar “cómoda para los pacientes, sobre todo los que viven en zonas rurales”, aunque consideró que habría que tener cuidado y “evitar la impresión de que se permite lucrarse a los médicos”.