Más allá de su enmienda de totalidad, CiU presentó nueve enmiendas parciales a la reforma de la Ley de Estabilidad. Con una de ellas, este grupo quería denunciar la estrategia de obligar a recortar a las comunidades autónomas sin darlas a cambio instrumentos para aumentar la financiación. La petición de CiU de permitir a las comunidades autónomas participar de los incrementos obtenidos del IVA a partir del 1 de septiembre fue rechazada tanto en el Congreso como en el Senado.
En la Cámara Alta, la moción presentada por este grupo fue rechazada con 149 votos en contra, 78 a favor y seis abstenciones. Cataluña ha asegurado que gracias al nuevo IVA recaudará 2.000 millones de euros más, de los que la Generalitat no gestionará ni un euro. En cambio, le costará más de 200 millones anuales, de los cuales 50 vendrán de la Consejería de Salud por los dos puntos adicionales que tendrá que pagar por los productos sanitarios.
En las dos cámaras parlamentarias, la propuesta de repartir los ingresos ha contado con el apoyo del grupo socialista. “No vale con el hecho de que se haya subido el IVA y en el momento en que han caído los ingresos radicalmente de las comunidades autónomas el cien por cien se lo haya quedado el Estado”, denunció el diputado socialista Pedro Saura.
El PP ha replicado que es “falso” que el Estado se vaya a reservar toda la recaudación de los ingresos por la subida impositiva, ya que las comunidades autónomas recibirán su parte cuando venza el ejercicio. “El reparto de la recaudación se hará, tanto para la cantidad recaudada con la normativa preexistente al incremento como la derivada del incremento con la normativa en vigor existente en ese momento, que no es otra que el sistema de financiación autonómico aprobado por el Grupo Socialista.