| jueves, 05 de julio de 2012 h |

El euro por receta podría dejar de aplicarse desde el 1 de enero de 2013, si los ingresos y la reducción de gastos en Farmacia obtenidos por las últimas medidas del Gobierno de Mariano Rajoy —aportación por renta y desfinanciación de medicamentos— “compensan” el objetivo inicial de esta tasa. Así consta en un principio de acuerdo alcanzado a última hora de ayer entre CiU y el PP y que refrendó ayer el Parlamento catalán por 79 votos a favor, 38 en contra y 11 astenciones.

Una vez que el Gobierno Central amagó con recurrir el euro por receta, el balance del grupo catalán con el resto de fuerzas políticas en el Parlamento catalán —sobre todo con el PP, que se abstuvo en la votación de la tasa— ha dado un giro copernicano. El Grupo Popular exigió en el Parlamento al presidente de la Generalitat, junto al resto de grupos de la oposición, que suprimiera el euro por receta y buscara fórmulas alternativas para alcanzar los ingresos previstos. Artur Mas, por su parte, insistía en que esta medida, sumada al copago por renta, no supone una “doble imposición” para los catalanes.

El acuerdo se gestó fuera del Parlamento, de manos del portavoz del PP, Enric Millo. Eliminar el euro por receta como pide toda la oposición implica una modificación legal que tardaría, por lo menos, tres meses en materializarse. De ahí los términos finalmente acordados por el Grupo Popular y CiU en la resolución que se votó ayer y que permite al PP mantenerse en tierra de nadie: técnicamente se opone al euro por receta, aunque no pide su supresión inmediata (como sí piden el resto de grupos) sino en unos términos condicionales.