Su trabajo durante catorce años ininterrumpidos como vicesecretaria de Pharmaceutical Care merecía el reconocimiento. Por ello, tras la salida de Borja García de Bikuña como presidente de esta fundación, a Mercé Martí le llegó la hora de dar el salto a la presidencia de esta entidad que, desde 1998, potencia el desarrollo de la Atención Farmacéutica en España.
Pregunta. ¿Cuáles son sus retos, que son los de la fundación?
Respuesta. Más allá de seguir trabajando en el campo asistencial, queremos promover las tesis doctorales en el ámbito de la farmacia comunitaria. En el campo de la farmacia hospitalaria hay gran cantidad de ellas, pero no es así en farmacia comunitaria. También queremos contribuir a la salud 2.0 con una nueva web de la fundación, que no solo ayude a los farmacéuticos españoles, sino también a los sudamericanos y europeos. Asimismo, seguiremos potenciando nuestra revista, que es el emblema de la fundación.
P. Pharmaceutical Care ya trabajaba por la Atención Farmacéutica cuando era una total desconocida en España. ¿Cómo valora esa concienciación que ahora sí parece existir en la profesión sobre la importancia de esta práctica?
R. Creo que la concienciación, esa cultura de lo asistencial, sí existe ya. Todos los farmacéuticos coincidimos en que la profesión entendida como hasta ahora no tiene futuro. Necesitamos un cambio hacia los servicios asistenciales. Ahora bien, queda un gran salto final: ponerlo en práctica de forma global. Y que la sociedad reconozca este trabajo.
P. ¿La sociedad? ¿Dónde quedaría el papel de las administraciones?
R. Para mí, la sociedad y las administraciones van de la mano. El objetivo de nuestra fundación y de otras entidades científicas es que los servicios asistenciales sean apoyados y remunerados. Pero, para que en el actual contexto de crisis sean retribuidos, hay que demostrar con mayor certeza a las administraciones y al paciente que son coste-efectivos.
P. ¿Y la implicación desde la base? Existen críticas respecto a la omisión de esta práctica en los planes de estudios universitarios, ¿no?
R. Queda mucho margen de maniobra. El principal problema es que no todas las universidades tienen los mismos planes de estudio. En las facultades de Farmacia de más reciente creación sí se denota una orientación más asistencial, pero otras están muy lejos. Sería básico que todos los planes de estudio se alinearan bajo el prisma de la farmacia asistencial.
P. ¿No cree que ese boom al que asiste la Atención Farmacéutica dentro de la profesión está creando una sobreconciencia dañina en torno a ella? Parece haber ‘carreras’ entre regiones y entidades para proponer y desarrollar antes que el ‘vecino’ carteras de servicios.
R. Todos los movimientos que surjan en relación con la Atención Farmacéutica son buenos, porque siguen creando ruido en torno a ella. Por eso, no creo que se esté generando esa sobreconciencia negativa. Eso sí, soy consciente de que algunos de los nuevos servicios que se están ‘vendiendo’ como Atención Farmacéutica, aun siendo necesarios para el paciente, no lo son. Habría que discernir qué servicios sí lo son y cuáles no, aunque todos estén encaminados al paciente. Al igual que no todas las oficinas de farmacia pueden prestar los mismos servicios. Pero, en este sentido, la diferenciación de la oferta tampoco es mala.