La patronal europea, PGEU, debido a las rebajas de precios, anima a la farmacia española a pensar en otros sistemas “más allá del margen”
El CGCOF sólo apoyaría un sistema mixto, ya que cree que trabajar con cuotas no asegura estar exentos de recortes, como ocurre en Alemania
alberto cornejo
Madrid
La preocupación por las constantes bajadas de precios de fármacos que sufre la farmacia española, con mayor frecuencia que la del resto de Europa, y sus efectos en la viabilidad de los márgenes comerciales de las oficinas de farmacia, han llegado a las más altas instancias farmacéuticas continentales. Esta circunstancia se pudo apreciar en el XVII Congreso Nacional Farmacéutico, celebrado recientemente en Bilbao, donde el presidente de la patronal farmacéutica europea (PGEU), Philip Babylon, dudó sobre la idoneidad del sistema retributivo español, basado en los márgenes sobre el precio del medicamento.
En este sentido, Babylon señaló ante la presencia de 600 farmacéuticos e importantes representantes del sector farmacéutico nacional que en un mercado en el que se trabaja con los precios más bajos de toda Europa y en continuo descenso, la farmacia española debería plantearse “si quizá sería necesaria una adaptación del actual sistema de márgenes a otro en base a cuotas fijas por acto de dispensación”. Los datos darían sentido a las dudas de Babylon, ya que, a pesar que el margen de las boticas sobre los medicamentos está fijado en el 27,9 por ciento, el descenso de los precios y otras medidas, como los RDL 4/2010 y 8/2010, han rebajado este porcentaje hasta un margen real del 22 por ciento.
Para Babylon, el sistema de retribución a base de cuotas, sin llegar a ser la panacea, “sí puede suponer un arma contra la caída de precios”, a la vez que estima que los sistemas de márgenes “están amenazados en toda Europa”. Un modelo, el basado en un porcentaje sobre el precio del fármaco, que predomina en el continente europeo (ver mapa), en especial en aquellos países con el llamado ‘modelo mediterráneo’.
Pros y contras
Las estadísticas dicen que ningún sistema retributivo asegura la permanencia inalterable de las remuneraciones. Sólo desde 2008, todas las farmacias europeas, a excepción de Hungría, han visto reducidos sus márgenes, consecuencia directa de unos precios cada vez más baratos de los fármacos. Sobre aquellas que todavía no las han sufrido, como las francesas o las inglesas, “ya planean las reducciones”, asegura un informe de la PGEU al que aludió Babylon.
Por otra parte, para aquellos que desconfíen de los sistemas por cuotas, en Alemania tienen el mayor ejemplo. En 2004 “se optó porque la remuneración de los farmacéuticos estuviese al margen de los precios”, informó Jens Gobrecht, director internacional de la Unión Federal de Asociaciones Alemanas de Farmacéuticos, y se pasó de un sistema de márgenes a uno de cuotas en el que se estableció en origen una ganancia de 8,60 euros por envase dispensado.
Seis años después, este umbral ha sufrido cuatro actualizaciones, “todas ellas a la baja”, confirmó Gobrecht. ¿El resultado? Las boticas alemanas sólo reciben ahora 5,80 euros por envase. “El Gobierno ha querido congelar la partida destinada al pago a farmacias, sin sobrepasar el 4 por ciento del gasto farmacéutico, procediendo a reducir cuotas cuando se preveía rebasamiento”, puntualizó.
“El menos malo”
Aunque su conocimiento y visión de toda la farmacia europea es tomado en consideración, la sugerencia lanzada por el máximo representante de la PGEU no parece tener adeptos en el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). La máxima institución farmacéutica nacional considera el sistema a base de márgenes “el menos malo y el más adecuado a las características del sistema sanitario nacional, además de que este sería el peor momento para cambios de tal calibre”, aseguraron fuentes del Consejo General. Respecto al sistema de cuotas, se dice que habría que atar una serie de cuestiones “como cada cuánto tiempo actualizarlas”, y establecer mecanismos para que “nunca fuesen a la baja”, como en el caso alemán.
En cambio, no se vería con malos ojos un sistema mixto (márgenes y cuotas), siempre que los márgenes no perdiesen el protagonismo principal. Bélgica es el mejor ejemplo de esta coexistencia, ya que desde este año la retribución de las farmacias ha quedado repartida entre un 80 por ciento por una cuota fija y un 20 por ciento de margen sobre el precio. “Es pronto para analizar resultados, pero sí está confirmado que las últimas bajadas de precios no han tenido mucha repercusión”, expuso el presidente de la PGEU.
La distribución busca modelo
La rebaja del margen sobre el precio de los medicamentos que recibe la distribución, que en los últimos años ha pasado del 12 al 7,6 por ciento actual, unido al descenso constante en el precio de los fármacos, hace que los mayoristas hayan abierto la puerta al debate sobre la conveniencia de modificar el sistema de retribución. Tal y como se expuso en el reciente “Foro de la Distribución Farmacéutica”, organizado por la patronal Fedifar, resulta inviable que los ingresos dependan en exclusiva del actual sistema de cobro por margen sobre el fármaco.
¿Un margen fijo por servicio? ¿Un sistema mixto como el alemán? Serían dos opciones para garantizar la viabilidad económica del servicio de distribución para este agente de la cadena del medicamento. Unas opciones que deberían acompañarse de otras medidas, como la búsqueda de nuevas líneas de negocio y el establecimiento de una cartera de servicios (tanto para industria como para oficinas de farmacia).
Así lo cree, por ejemplo, el presidente del GIRP, René Jenny, que en una entrevista en este periódico (ver EG núm. 493) afirmó que el modelo español es económicamente viable pero “la financiación a través de un porcentaje del valor del producto es casa vez más problemático”. Y es que, según manifestó el máximo responsable de la patronal de la distribución europea, “el objetivo es alejarse lo más posible de las subvenciones cruzadas”.