Farmaindustria ya intuía que la entrada en vigor del copago provocaría un acusado perfil de dientes de sierra en la serie del gasto farmacéutico público durante los meses de junio (ascenso) y julio (caída). Así lo pronosticaba en junio su Boletín de Coyuntura, que hacía además otra previsión: la de cómo podría evolucionar el mercado farmacéutico una vez asumido el impacto final de las medidas incluidas en Real Decreto-ley 16/2012. De cumplirse las previsiones oficiales, el retroceso a finales del año 2013 podría haber superado una década.
Aunque su impacto aún no está claro, Farmaindustria ve muy probable que el nuevo esquema de copagos suponga una reducción del gasto farmacéutico anual de unos 1.800 millones de euros, que aplicados sobre medio año darían una caída adicional del gasto de 900 millones en 2012. Sumados los 450 millones anuales que el Ministerio pretende ahorrar con la desfinanciación de medicamentos para síndromes menores, y que aplicado al último cuatrimestre supondría un menor gasto adicional de algo más de 100 millones de euros, la patronal de la industria innovadora cree que el gasto farmacéutico público podría situarse en el entorno de los 9.200 millones de euros (un 17 por ciento menos que en 2011), un nivel que no se registraba desde 2004.
De cumplirse estas previsiones, Farmaindustria estima que la factura farmacéutica “debería registrar caídas anuales del 25 por ciento o incluso superiores”. Estas caídas se prolongarían en 2013, lo que podría situar el gasto a final de 2013 por debajo de los 8.000 millones de euros, haciendo retroceder al mercado público de medicamentos dispensados en oficinas de farmacia a niveles que no se veían en España desde finales de 2002, once años antes.
Farmaindustria no ofrece previsión para el gasto medio, la variable sobre la que hasta ahora más han influido las medidas de ahorro en el gasto. No obstante, el balance enero-junio de los datos de la factura la sitúa ya en 10,81 euros, lo que supone un descenso del 6,5 por ciento con respecto al primer semestre de 2011. Hay que remontarse a 1998, hace 14 años, para encontrar un valor más bajo.
La factura de agosto y las posteriores determinarán con exactitud cuál será el impacto de las medidas del 16/2011 sobre el mercado. El análisis de la evolución de ventas tras las nuevas medidas elaborado por IMS en base a datos de las dos primeras semanas de julio constata lo que ya refleja la factura de este mes. En la primera quincena, la consultora observó un descenso significativo de las ventas, de aproximadamente el 11 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. El incremento de las ventas en junio y su posterior caída en julio fueron acompañadas de un descenso de stock.
No obstante, las ventas podrían repuntar, si se repite el patrón de Barcelona. Allí, IMS apreció un incremento significativo de las ventas antes de la implantación del “euro por receta” y una posterior caída, si bien en la segunda semana de julio las ventas repuntaron un 6 por ciento. Aún así, este incremento de las ventas supuso, según IMS, “un decrecimiento más bajo” que en las semanas anteriores. Respecto a la semana anterior a la implantación la bajada fue del 45 por ciento por la subida previa. Asimismo, el stock, que bajó durante las semanas en que crecieron las ventas, volvió al mismo punto dos semanas después de la implantación.