El margen neto de las oficinas de farmacia ya se sitúa por debajo del 7 por ciento (6,9 por ciento), a lo que ha contribuido su descenso del 25 por ciento en los dos últimos años (un porcentaje que se elevaría hasta el 34 por ciento si se computan los últimos cinco ejercicios). Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Impacto de las medidas de recorte sobre el sector farmacéutico: cifras de 2013” elaborado por Antares Consulting con la colaboración de Cofares y que ha sido presentado este 11 de marzo en Madrid.
En esta reducción del margen neto de las oficinas de farmacia “a cifras marginales” según estacó en dicha presentación Juan Ignacio Güenechea, vicepresidente del Grupo Cofares, han contribuido la proliferación de medidas de recorte emprendidas en los últimos años y, con especial indicidencia, las deducciones a las que tiene que hacer frente la farmacia en función de su facturación al Sistema Nacional de Salud, amén de las relacionadas con los precios de los medicamentos. Según este informe, solo en 2013, las boticas españolas aportaron 237 millones de euros al SNS por las deducciones según facturación que establece el real decreto-ley 8/2010 (y sus sucesivas actualizaciones), a las que habría que sumar otros 188 millones de euros de aportaciones por deducciones de precios.
Esos 237 millones han sido sufragados por 9.871 farmacias (40 por ciento de la red nacional) que tuvieron que realizar aportaciones al SNS (con una media de 20.000 euros anuales), mientras que 11.587 boticas no tuvieron que aportar nada al no generar las ventas suficientes con cargo al SNS. “Que seis de cada 10 farmacias estén exentas de las deducciones por su baja facturación es un claro ejemplo del empobrecimiento del sector”, avisó Antonio Anguera, director del Área de Boindustrias y Farmacia de Antares Consulting y encargado de presentar el estudio. Para el vicepresidente de Cofares, “las aportaciones vía deducciones son expropiatorias y hay que acabar con ellas; estaban pensadas para cando el crecimiento económico de la oficina de farmacia se situaba en dos dígitos”.
El descenso de la facturación en los últimos años, el mantenimiento de estas deducciones y otras situaciones concretas como los impagos de facturas propicia que las farmacias nacionales “presenten una situación financiada delicada”, comentó Anguera. En concreto, según este informe de Antares Consulting, un 20 por ciento de las boticas españolas se encuentra en una situación financiera “desfavorable”. Este porcentaje puede fragmentarse en un 5 por ciento que padece una situación “grave”, en riesgo de liquidación o de venderse a un precio inadecuado, y un 15 por ciento en situación “seria” por la que no tienen acceso fácil a financiación standard y tienen ‘apalancados’ (sic) los pagos con las distribuidoras. Respecto a la mitad llena del vaso, un 30 por ciento de boticas todavía pueden hacer frente a necesidades financieras sin hacer gala de recursos extraordinarios, mientras que el restante 50 por ciento (solo una de cada dos farmacias) puede hacer frente con sus propios recursos a nuevas necesidades financieras.
En la presentación de este informe se puso de manifiesto que “ha llegado el momento de que este sector deje de realizar más aportaciones y se le dote de un marco jurídico y económico estable”, enfatizó Anguera. Otro de los datos que justifican esta petición es que de los 42 mil millones de euros en los que España redujo su déficit público en 2013, las oficinas de farmacia contribuyeron en un 0’8 por ciento (585 millones de euros). “Esta profesión debe tener cero complejos. Estamos legitimados para reclamar cambios por todo lo que venimos aportando”, añadió Guënechea.
No obstante, el informe de Antares vislumbra rayos de sol en el horizonte. Tras años de fuertes caídas, en 2013 se experimentó una ralentización en el descenso de la facturación y el número de recetas. Por ejemplo, el pasado año cayó la facturación un 6 por ciento, mientras que en los años anteriores (2011 y 2012), la caída rondaba el 10 por ciento anual. “Se ven atisbos de recuperación”, valoró Anguera. Pequeños brotes verdes en una planta que, no obstante, sigue ‘seca’.