La Plataforma Española de Ensayos Clínicos (Caiber) desaparece. Así lo confirmó Joaquín Arenas, director del Instituto Carlos III, organismo del que dependía hasta el momento la plataforma. A este respecto, según Arenas, la reducción presupuestaria de este organismo, que había pasado de contar con una dotación de diez millones de euros en 2008, año de su creación, a los tres millones de euros anuales en 2011, “no hacía viable su continuidad”. Ya en años anteriores, tal y como aseguró el director del Carlos III, Caiber subsistía “gracias a los remanentes de subvenciones anteriores”, una situación insostenible que ha terminado por provocar la toma de esta difícil decisión.
Ahora, el objetivo del instituto es sacar a concurso para 2013 una convocatoria en régimen de concurrencia competitiva para la creación de una red de unidades de investigación clínica que permita continuar el trabajo iniciado por Caiber, que actualmente se encarga de coordinar 60 ensayos clínicos. Esta nueva red, tal y como aseguró Arenas, contará con los tres milones de euros presupuestados para el Caiber, un dinero que “será suficiente para asegurar que las unidades de investigación clínica de los hospitales puedan seguir con sius trabajos”. La diferencia, manifestó Arenas, estriba en que a partir de ahora “el dinero irá directamente a los hospitales y no a la unidad central de apoyo a la investigación”, coordinada hasta el momento por Joaquín Casariego.
Con el impulso de esta nueva red de investigación, Arenas afirmó que tratatará de continuar con el nivel de investigación mantenido hasta el momento que, actualmente, “es ya bastante potente en España”. En cuanto al futuro del equipo de Casariego, Arenas se mostró más cauto y admitió que habrá que estudiar “caso por caso” a través de la subdirección de Redes y Centros de Investigación Cooperativa y la Abogacía del Estado y que, en función de los presupuestos, “habrá que ver qué persona se puede mantener de las unidades periféricas”.