Ángel Garay (Mondragón, 1951) es licenciado en Farmacia por la Universidad de Barcelona y en Ciencias Biológicas por la Universidad del País Vasco, formación que completa como diplomado en Sanidad, Bioestadística y Nutrición. Además, es técnico ortopédico. Al margen de esta larga lista de títulos, en su corazón “está la farmacia”, una profesión que defiende desde la presidencia del COF de Guipúzcoa y del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco. La oficina de farmacia, a su parecer, se asemeja a las siemprevivas, “una planta resistente y preciosa”, de la que destaca “su variedad, riqueza y, sobre todo, su capacidad de adaptación”.
En diez líneas
iria gonzález Madrid Pregunta. El senderismo, la montaña, la biología, la botánica o la geología son sus grandes aficiones. ¿En un centro comercial, se marchita? Respuesta. Sí, y si hay mucha gente, más. Soporto mal las grandes aglomeraciones. P. El Jardín Botánico, que tanto frecuenta, es para las plantas lo que la botica es para… R. Los pacientes, en el sentido de la Atención Farmacéutica. Es decir, de hacer mejor y más agradable su vida. P. Si el titular de la farmacia es el tronco del árbol, ¿los adjuntos y auxiliares son sus ramas? R. Sí, todos forman un equipo y son un mismo ser. Los auxiliares, los técnicos de farmacia, son parte importantísima porque en cualquier empresa el valor humano es lo más importante, aunque también los son los medios. P. Pese a la crisis, ¿el fruto de este trabajo es dulce o salado? R. Este trabajo me apasiona. Amo la farmacia y representar algo en tu sector, en mi caso en la presidencia, es un honor y es apasionante. Eso no quiere decir que sea fácil. Todo lo que son programas innovadores dentro de la farmacia es dulce y necesario, porque está el porvenir de la profesión. Tenemos que arrancar de lo que tenemos, pero hay que estar en una mejora continua. La profesión va a cambiar, porque la sociedad cambia con rapidez. Va a ser más asistencial, más profesional y, lo más importante, más integrada en el sistema sanitario. A veces veo a la farmacia como una isla, hacemos un montón de campañas, pero aisladamente. P. ¿Y qué es lo más amargo? R. Algo que no padezco en mi provincia, que no haya unidad ni participación, algo que observo que en algunos sitios empieza a pasar. Eso es lo más salado, más que el impago. P. Impagos. ¿Impiden al farmacéutico realizar su fotosíntesis? R. Los impagos, efectivamente, pueden llegar a secar la planta. En nuestra comunidad no tenemos impagos, pero sí ha habido recortes importantes. Algunos compañeros están en situación muy delicada y da mucha pena, porque no es fruto de un mal ejercicio. Después de la falta de unidad esa es la siguiente tristeza. R. ¿Sienten que la Administración es su cactus particular, que les ‘pincha’ con los recortes? R. No creo que la Administración lo haga por capricho. Está protegiendo un bien muy grande, que es la salud de las personas. En estos momentos de dificultades, el sector también tiene que arrimar el hombro. Otra cosa es pensar si la farmacia es el único hombro en el que se puede llorar. A mí también me gusta leer, pero tenerte que acostar todos los días con el BOE es horroroso. Quizá se pueda comparar con un cactus muy bonito que nos pincha de vez en cuando, que también es agradecido porque el cactus de vez en cuando da flores. P. ¿Con este panorama, cree que al farmacéutico le han sacado de su invernadero y le han dejado a la intemperie? R. De la crisis económica saldremos y lo haremos fortalecidos porque hemos tenido que espabilar. Indudablemente, un cierto efecto invernadero ha dejado de funcionar. El farmacéutico tiene que progresar, innovar, ver qué servicios hacer y en eso estamos. R. ¿Podríamos decir que están en proceso de trasplante? R. Hay muchas técnicas de trasplante, igual esto sería un acodo. Es decir, que no nos olvidamos de dónde venimos. P. ¿Y algún día florecerá el pago por servicios? R. Creo que sí, cuando hablo de una farmacia más dirigida al paciente, estoy pensando en una que va a vivir del pago por servicios, en la que se valore mucho la preparación y la atención que haga el farmacéutico. Es decir, habría también una competencia sana entre farmacias. viernes, 08 de junio de 2012 h