El aneurisma aórtico se produce cuando una parte de la aorta se dilata o ensancha de manera anormal debido a la debilidad de la pared de la arteria, cosa que suele ocurrir en el segmento final de la aorta, donde se localizan las arterias que llevan sangre a los riñones. Esta deformidad se va desarrollando a lo largo de los años sin dar síntomas, hasta que su tamaño es considerable y presenta riesgo de sangrado, generalmente a partir de los 65 años. En estos casos, la persona afectada debe ser intervenida para tratar la enfermedad y evitar que el aneurisma pueda romperse y desencadenar una hemorragia interna masiva con un riesgo muy alto de muerte.
En los últimos años, el Hospital Universitario de Bellvitge ha logrado aumentar en un 20 por ciento la supervivencia de personas intervenidas por ruptura de aneurisma. Seis de cada diez pacientes con rotura del aneurisma aórtico se recuperan después del tratamiento, cuando antes la dinámica se establecía en cuatro de cada diez. Esto ha sido posible gracias a la puesta en marcha de un ‘programa de tratamiento de emergencia aórtica’ que se basa en la práctica de tratamiento endovascular mínimamente invasivo en todos aquellos pacientes candidatos.
Procedimiento
“El tratamiento endovascular consiste en colocar una prótesis con stent dentro de la aorta con la ayuda de catéteres por medio de una pequeña incisión en la ingle. De esta manera, se refuerza la pared de la aorta y se repara la zona dañada sin necesidad de realizar una cirugía abierta”, explica el Dr. Ramon Vila Coll, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Bellvitge.
El éxito del programa recae en un procedimiento protocolizado que permite analizar con diligencia si las personas que llegan a Urgencias con rotura del aneurisma aórtico son candidatas a ser intervenidas mediante endoprótesis vascular. En la actualidad, alrededor del 70 por ciento de los enfermos son intervenidos con este procedimiento. Además, el hospital trabaja con la reconstrucción 3D de la tomografía computerizada, lo que permite efectuar la navegación y la reparación de los vasos de manera virtual.
“En estos momentos, en el Hospital Universitario de Bellvitge tenemos en seguimiento activo más de 200 pacientes con aneurisma aórtico. Controlamos periódicamente su evolución y, cuando es necesario, operamos de forma programada para evitar la ruptura”, afirma Vila.